De los amores en la vejez - La letra corta

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5 de abril de 2017

De los amores en la vejez



Es cierto que los años no pasan, se quedan en el cuerpo y por eso pesan al andar. Y resulta inevitable entonces que las capacidades físicas disminuyan, pero muchas experiencias ratifican que por dentro solo envejece quien lo desee. La tercera edad es una de las conquistas sociales más importantes,  y se traduce en mejores condiciones y esperanza de vida. Es otra etapa, es también la tercera oportunidad de vivir y hay que saber aprovecharla.

Amores y desamores en la vejez, de la psicóloga María Elena Real Becerra, es una de las propuestas de la Editorial Científico-Técnica en la XXIII Feria Internacional del Libro de La Habana, que demuestra que a envejecer también se aprende.

La autora considera que en la vejez el amor “ya recorrió caminos, dobló esquinas y optó por encrucijadas”, y por eso las variadas dimensiones de ese sentimiento: amor a la familia, a los amigos y sobre todo a sí mismo.

Ante acontecimientos típicos de ese momento vivencial, como los cambios en la salud, la jubilación, convertirse en abuelos, la viudez  o pensar en la muerte; se expresan diferentes rasgos psicológicos o regularidades en el desarrollo del adulto mayor. Y este es uno de los análisis del texto que describe, además, manifestaciones negativas asociadas a esos eventos como el aislamiento, el apego a los bienes, el refugio en el pasado, la reducción de los intereses, la negación al cambio, la agresión y hostilidad, y el miedo.

“La negación de la edad es una tontería. Existen personas que tienen miedo a esta etapa que empieza después de los sesenta años. Algunas, cuando están instaladas en ella, se dan cuenta de que se les ha simplificado la vida, y la mayor parte de las cosas que antes les preocupaban ahora creen que son boberías, pero quedó lo esencial: el amor, los hijos, los nietos, la justicia social, la solidaridad; y también el dulce de coco, el chocolate, los helados y muchas otras cosas que aún son causa de disfrute personal”, reflexiona la autora.

La también máster en Pedagogía de la Sexualidad explica que “hay una etapa de la vida en que uno es niño, otra en que es joven, otra donde es adulto y otra donde se es viejo. Los que atravesamos las cuatro etapas de la vida, si negamos una, vamos a tener problemas. Si se nos niega la infancia, vamos a perder la creatividad y si se nos reprimió la adolescencia, vamos a perder la rebeldía. Lo importante es seguir creciendo. Es como pasar por distintas estaciones. En cada una hay que bajarse y tomar el otro tren (son las crisis evolutivas)”.

“Los padres que no le temen a la muerte —destaca María Elena — hacen hijos que no le tienen miedo a la vida, por eso desde que nacemos, tenemos que hacer crecer la esperanza de que aún en esta edad podemos amar y disfrutar la vida, para hacer crecer la esperanza en los demás”.

Por ello,  la autora pretende con Amores y desamores…  apuntar hacia objetivos prácticos: intentar modificar la imagen catastrófica del envejecimiento, informar a ancianos y al resto de las personas que están por arribar a esos años sobre la realidad de la vejez y su manejo más eficaz, hacedero y liberador.

En el volumen se incluyen aspectos relacionados con la tercera edad en el mundo actual, los mitos y estereotipos que existen sobre ella, su personalidad, su funcionamiento, el amor y el apego, la abuelidad, la sexualidad, la violencia y la salud mental. Resulta un texto en términos científicos, pero redactado de manera amena, con explicaciones para hacerlo accesible a toda la familia.

Teresa Orosa Fraíz, presidenta de la Cátedra del Adulto Mayor de la Universidad de La Habana, valora en el prólogo la significación del libro: “Es una lectura que nos hace reflexionar, invitándonos a mirar retroactivamente lo que hemos vivido. Mirada también desde lo presente, y de lo que nos queda por vivir. Una interrogante tan simple y tan difícil de lograr: ¿cómo vivir la vida de la mejor manera?”. (Por Darianna Reinoso Rodríguez, tomado de https://gotasderomerillo.wordpress.com)

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1 comentario:

  1. Muy bueno, me gustaría leer más para poder orientar más a mis apdres y por supuesto para entrar en la tercera edad preparada para disfrutar y hacer más plena la vida, gracias por compartirme.

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