Hacia una Ley de Comunicación en Cuba (VI y final) - La letra corta

Lo más reciente

30 de marzo de 2017

Hacia una Ley de Comunicación en Cuba (VI y final)


Continuación de las intervenciones durante el debate convocado por el Foro de Estudios Críticos (FEC) y La letra corta, desarrollado en la Universidad de La Habana, el 14 de marzo de 2017. 
 
Fernando Ravsberg (periodista): Cuando se habla del modelo socialista de la prensa no se puede hablar de una sola cosa. Lenin por ejemplo planteaba que había que tener la ley, y que los periodistas respondan al final ante ella. Lo que se hizo después, lo que llamamos modelo de prensa socialista, es el modelo estalinista, que Cuba lo asume desde el 64, cuando surge el departamento dentro de lo que luego sería el Comité Central. 

Cuando tú tienes el control todo está bien; pero cuando pierdes ese control, como está pasando en este momento, la gente tiene otros modos de informarse. ¿Y qué logras con la censura? Que tus herramientas de concientizar a la gente pierdan credibilidad. Y entonces la gente comienza a tener de medio alternativo a The New York Times. Eso es de locos. Comienzan a tener como alternativos a medios privados. Eso es otra cosa. Son cosas que no entiendo.

Los medios alternativos no son medios privados, son esos que no tienen un peso en el bolsillo. Pero en este momento qué está pasando, que se censura en la televisión un programa de Pánfilo porque critica determinada cosa, entonces te dejan entrar en el paquete los programas que se producen en Miami. ¿Quién está perdiendo? La televisión cubana. Y eso está pasando.

Granma ha tardado una semana o diez días sin decir una sola cosa de la crisis migratoria en Costa Rica. El director de internacionales tiene que escribir la historia en un blog porque el medio no se la publica. ¿Quién pierde? Granma. ¿Quién pierde? El Partido y su capacidad de influencia sobre la gente. Cuando un medio pierde credibilidad es como un arma de fuego: hace mucho ruido pero no mata.

El tema es que cuando metes todos los huevos en una canasta, porque todos los huevos de la prensa están en una canasta, te puede suceder lo que le pasó a la Unión Soviética. ¿Quién fue la pieza clave en la destrucción del socialismo en la URSS? El jefe del departamento ideológico de la Unión Soviética. No fue la glasnost, fue una aparente glasnost desde donde él atacó a todos los marxistas que quedaban en el Comité Central y el Buró Político, y los fue tumbando uno a uno. El último marxista que quedaba allí lo tumbó con la carta de una maestra y nadie sabe aún si existía esa persona o no. La carta la reprodujeron todos los medios.

Entonces, meter todos los huevos en una canasta y dárselos a un funcionario de medio pelo, es un peligro. Por eso los medios públicos te permitirían una cantidad de cosas, no sé, que la juventud tenga uno, que los gobiernos provinciales de verdad tengan uno, y ahí nadie va a tener ese poder de hacer con la sociedad lo que les dé el deseo.

Harold Cárdenas Lema (bloguero): Este no es un tema exclusivo de los medios. La esfera pública cubana va mucho más allá de los medios. La necesidad de un marco legal no se refiere solo a los periodistas, porque un ciudadano en redes sociales puede decir ciertas cosas y puede ser objeto de presiones. La necesidad del marco va mucho más allá.

La ley de comunicación está escrita hace un montón de años y se guardó. Si hace un año hubiera salido la ley yo hubiera sido más optimista porque había un contexto mejor: la posibilidad del fin del bloqueo, un acercamiento con Estados Unidos en condiciones distintas a las que hay ahora, un ambiente económico mejor. La correlación de fuerza en el poder era bastante progresista.

Qué pasa, que las fuerzas más conservadoras en el poder se han ido fortaleciendo en el nuevo contexto y están cosechando las contradicciones nuestras, quienes no hacemos una comunicación política efectiva. Siempre me gusta decir que no solo se trata de hacer las cosas bien sino que debemos hacerlas ver, no solo ser sino parecer también. Nosotros a veces hacemos cosas muy bien y no las sabemos decir.

En este contexto, en el cual se nota una regresión ideológica, por determinadas posiciones que se han fortalecido como resultado de la crisis de los últimos años, a mí me preocupa que salga una ley de comunicación. Habría que ver qué va a salir. También va a responder a una lucha interna que hay en el poder. Eso es tradición en la historia de Cuba.

Desconocemos la vida real y física de las personas que están trabajando en esta ley. La lucha política en Cuba hoy no es revolución contra revolución, aquí lo que hay son distintos modelos de izquierda, distintos caminos. Hay una pugna interna entre un modelo estalinista, vamos a llamarlo así aunque no creo que sea esa la palabra, quizás le podamos decir modelo dogmático, y otra visión más abierta. Y mientras esa pugna por el poder no se delimite nosotros vamos a seguir discutiendo estos temas.

Desde mi blog con toda la responsabilidad del mundo, y con todas las batallas que lleva eso, vamos a fortalecer al sector del poder que me parece revolucionario. Los mecanismos del poder son invisibles. ¿Por qué esta ley de comunicación no sale? Sencillo: porque el que decide y está frenando la ley no es conocido públicamente. Es decir, si el ejercicio de participación fuera público es muy difícil que un funcionario frenara la ley de prensa. ¿Quién asume esa responsabilidad ante el público? Nosotros tenemos que visibilizar más el ejercicio del poder para saber quién es revolucionario de verdad. Y eso va a definir mucho la Ley de Comunicación.

Yo soy bloguero y en una ocasión quería contar una historia sobre algo bueno que hizo el estado cubano y que no se hace en ninguna otra parte del país: no pude acceder a la información. Estoy desprotegido totalmente en el acceso a la información, y era algo que le interesaba al país, a la Revolución. 

Eduardo Pérez Otaño (moderador): Creo que la Ley de Comunicación, sea cuando sea que salga, tiene un reto sobre el que muy poco se habla: se trata de la protección de las audiencias. La comunicación es pública porque hay una audiencia que demanda de esos medios de comunicación y de esos periodistas. No estamos hablando de una ley que sea de los que desarrollan el ejercicio de la comunicación, de ellos y para ellos, sino de una normativa que también tiene que tener en cuenta a las audiencias. 

Hay experiencias en Argentina, por ejemplo, que tienen que ver con las defensorías del lector, porque el público tiene que tener ante la ley una protección, para que no se sienta como la hormiga ante un elefante, que es el medio de comunicación. Porque los medios pueden invadir tu espacio. Y debe contemplar el derecho a que el público tenga participación en los medios. El medio de comunicación no puede ser el hegemónico. Esa situación de indefensión del público es preocupante porque casi no se habla del tema. 

Un problema que hay con el modo en que se construye esta Ley de Comunicación es que no tiene en cuenta el criterio de la gente que no integra los medios. No se visibilizan esos espacios de debate público, donde todos de un modo u otro tienen algo que aportar.

Harold Cárdenas Lema: Creo que están influyendo en eso muchas cosas. Algo que está marcando eso es el sentido común. Debe haber un marco ético. Estamos muy sujetos a los personalismos. Por ejemplo, van a estrenar el Canal Caribe. Eso fue un compromiso personal, más allá de que cuente o no con los recursos necesarios. Eso me suena al tipo de cosas que hacían los soviéticos. Mientras esa siga siendo la mentalidad que puede influir, que puede decidir, no avanzaremos realmente.

Fernando Ravsberg: Una información: yo trabajé durante muchos años en los medios públicos de Suecia y había una herramienta para que te denunciara la población. Simplemente llamaban diciendo que querían denunciar a un periodista y le enviaban a la casa un formulario, lo llenaba e inmediatamente el medio iniciaba un juicio. Luego se le informaba a la gente y cuando el periodista salía culpable se publicaba en los medios internos y se daba la explicación, y se pedía disculpas. Existen lugares donde ya esas herramientas están y funcionan bastante bien, al menos en Suecia.

Ariel Pierucci (profesor universitario, FEC): Yo creo nos podemos dar cuenta entonces de la cantidad de componentes tan grandes que puede llevar una Ley de Comunicación: hemos hablado de las distintas asociaciones, sobre el problema de los consumidores y su protección, el tema del libre acceso a la información… esta es una cuestión que hay que seguir discutiendo. Por eso las propuestas que hace el Foro de Estudios Críticos hay que continuar ampliándolas entre todos.

Fernando Almeyda Rodríguez presenta los elementos que fueron elaboradas por el Foro de Estudios Críticos y que no deberían dejar de tenerse en cuenta para la elaboración de una Ley de Comunicación en Cuba.

Eduardo Pérez Otaño: A nombre de los integrantes del Foro de Estudios Críticos y de La letra corta le agradecemos la asistencia a este encuentro. Desearía concluir citando nuevamente a Martí, quien decía en 1884: “La prensa aun en medio de sus cobardías está de centinela. La prensa es el can guardador de la casa patria”.

Nueve años antes, en la Revista Universal de México, el 8 de julio de 1875 había escrito:

No es el oficio de la prensa periódica informar ligera y frívolamente sobre los hechos que acaecen, o censurarlos con mayor suma de afecto o de adhesión.
Toca a la prensa encaminar, explicar, enseñar, guiar, dirigir: tócale examinar los conflictos, no irritarlos con un juicio apasionado; no encarnizarlos con un alarde de adhesión tal vez extemporánea; tócale proponer soluciones, madurarlas y hacerlas fáciles, someterlas a consulta y reformarlas según ella; tócale, en fin, establecer y fundamentar enseñanzas, si pretende que el país la respete, y que conforme a sus servicios y merecimientos, la proteja y la honre.

*Nota a esta edición: algunos fragmentos de las intervenciones no aparecen recogidas en esta transcripción porque la grabación original era incomprensible.

Leer

Leer

Leer

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comente acá... porque somos de letra corta: