Hacia una Ley de Comunicación en Cuba (V) - La letra corta

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28 de marzo de 2017

Hacia una Ley de Comunicación en Cuba (V)


Continuación de las intervenciones durante el debate convocado por el Foro de Estudios Críticos (FEC) y La letra corta, desarrollado en la Universidad de La Habana, el 14 de marzo de 2017


Luis (abogado): Los medios en Cuba, según lo que hay normado, lo que hay en política, deben responder a dos cosas: primero a los principios socialistas y segundo a los intereses populares. Dónde falla la cosa, en los intereses populares, donde no se ha hecho coincidir la agenda pública y la de los medios. Hay un divorcio entre lo que hay en la prensa y lo que pide y necesita el público que necesita esa prensa.

¿Por qué es importante regular la comunicación? Para asegurar el cumplimiento, por parte de los medios, del mandato social, del mandato de ese consumidor, y también para la protección tanto del consumidor como del que está emitiendo la comunicación.

Hoy en Cuba hay un debate sobre cómo generar los contenidos para la prensa plana y para la prensa digital. Porque sucede que los contenidos de uno se ponen en el otro, y hay una gran confusión con eso. Se están trastocando conceptos ya desarrollados en el mundo. Debemos discutir también cómo hacer comunicación más eficiente.

Los medios han estado sujetos a una política de comunicación, a intereses intrínsecos del gobierno, de un grupo que establece lo que se debe publicar, cómo publicarlo, y no se tiene en cuenta lo que realmente necesita y demanda el público.

En otro sentido, lo que tiene que ver con la protección de la información y los contenidos que se encuentran alojados en servidores extranjeros, debemos tener en cuenta que las leyes y normativas se aplican a los contextos nacionales y no tienen vigencia más allá de las fronteras cubanas, a no ser que existan acuerdos específicos al respecto.

Adrián Cabrera Bibilonia (FEC): De la Ley de Comunicación yo no tengo mucho más que decir; pero respecto a lo que decía Amanda, quiero referirme a dos cosas: a través del poder se ejerce violencia política, lo que no significa que se reprime, no he querido decir que la función del poder es reprimir. El otro asunto es que considero que todo poder ejerce violencia política.

Eduardo Pérez (moderador): Antes de la próxima intervención, quisiera referirme a una pregunta que de alguna manera ha estado flotando desde que comenzó el debate: ¿Por qué y para qué una Ley de Comunicación en Cuba? Y tiene que ver con algo que decía Luis, y es criterio muy personal: hay ámbitos a los cuales la Ley de Comunicación no puede llegar.
 
Podemos tener una normativa perfecta, pero eso no significa que a partir de mañana va a haber mejor o peor periodismo, comunicación más o menos veraz.

La ley lo que busca es regular y crear las posibilidades para que ese periodismo transite hacia lo que se pide: lo que tiene que ver con la distribución del espacio radioeléctrico, con los modos de gestión de los medios de comunicación, con el concepto y distinción entre lo social, lo público, lo gubernamental, lo político, lo estatal… La ley no te dice qué periodismo habrá, sino que te creará las condiciones y los respaldos para que sucedan otras cosas.

Ahora, creo que después del 59 ha habido, tanto en la comunicación como en otros muchos ámbitos, una especie de confianza generalizada, de acomodamiento social, en función de que había una política coherente, porque la dirección del gobierno, el estado y el Partido ha estado en manos de dirigentes que han mantenido esa coherencia.

¿Qué sucede? Que de pronto, cuando no puedes asegurar que de aquí a diez años sea un representante de esa misma generación, de esa misma línea de pensamiento, quien esté rigiendo los destinos del país, entonces no puedes garantizar que por ejemplo esa política de comunicación se continúe aplicando del mismo modo en que se ha hecho hasta ahora, de modo coherente.

Tenemos que perseverar para garantizar que haya una forma de regular eso más allá de la voluntad personalista de alguien, y no estoy hablando de figuras como Raúl (Castro) o Fidel (Castro), estoy hablando de la voluntad personalista de gente como el presidente del ICRT (Instituto Cubano de Radio y Televisión) que tiene que estar sujeto a normas que hayan más allá de las que él mismo crea y establece. Debe haber una norma que recoja las máximas aspiraciones sociales.

¿Por qué una Ley de Comunicación? Porque se necesita respaldo, seguridad y garantía de que aquello que hoy es válido, porque mi director de medio me lo garantiza, mañana cuando él no esté y su puesto lo ocupe otra persona, continúe siendo legal, permitido, porque está en una normativa. Ese es el marco que se necesita.

Ahora bien, debemos ser conscientes de que toda Ley de Comunicación va a nacer desactualizada. ¿Quién iba a pensar hace diez años que el entorno comunicativo se iba a configurar con algo como el paquete, donde hay un montón de revistas digitales que están saliendo y que son medios privados, sea como sea que se llamen? Medios que son leídos y que son vistos, y que cuentan con un modelo de gestión privado. ¿Qué Ley regula eso? ¿Qué Ley regula los contenidos de una revista como Vistar?

Hay que establecer determinados niveles de protección a los que ejercen la labor periodística. Desde el área de la blogosfera hasta los medios tradicionales. Hay que regular el espacio físico de la gestión y dar posibilidades.

Heidy Martínez Armas (estudiante de Periodismo): Quería hablar sobre la importancia que tiene la comunicación en relación a lo que Pierucci refería. Los medios de comunicación, incluyendo en esto al periodismo, ocupan un papel imprescindible. ¿Cuál es la importancia de las leyes? A pesar de que existen espacios en la gente puede decir lo que quiera, ese tipo de periodismo no está institucionalizado. El periodismo de Blogger, de Facebook, no está protegido por una norma legal.

Por otra parte, aunque existan estos medios alternativos, los medios tradicionales, como se les llama, van a seguir teniendo importancia y van a  seguir jugando un papel. La ley debe garantizar que exista una pluralidad en medios oficiales y no oficiales que satisfagan las necesidades del público. Además debe garantizar que haya veracidad en todos ellos y le ponga límites a la censura que en ocasiones hay.

Ariel Pierucci (Licenciado en Derecho, FEC): Hay ideas que nosotros manejamos con frecuencia pero que si no estás ahí, si no lo vives, no lo conoces realmente. La necesidad de una ley de comunicación pasa por ahí. Todos estamos familiarizados de un modo u otro con las leyes marxistas, y qué cosa tan interesante que todo el que viene a hablar conmigo y me pregunta qué estudiar, les digo que no vayan a buscar nada al periodismo. Probablemente el partícipe más importante que debe haber en la elaboración de una Ley de este tipo son los propios periodistas.

Cuando los comunicadores estén participando en ese proceso, y esta es una opinión desde afuera, deben pensar muy bien cómo van a incluir ahí la protección de sus derechos, porque una ley de comunicación puede ser para el frenado de consecuencias sin que responda a los intereses generales. Una ley puede ser perfectamente pensada para frenar determinadas cosas, como es el ejemplo de China, que ha puesto un control extremo sobre el internet.

A los periodistas y a los que participan en esto se les puede ir de las manos, y lo que estaban solicitando en un inicio termina siendo limitado. Deben pensar muy bien cómo regular esos derechos de modo que luego la ley no sea utilizada para frenar la propia labor del periodista.

 
(Continuará…)

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