“Una crítica
justa, oportuna, puede más que un Estado, que un Partido (…) Prefiero los
inconvenientes de las equivocaciones que los inconvenientes del silencio.
Fidel en el VI Pleno de la UPEC, 26
de mayo de 1986
Mi generación
carga la cruz y saborea la gloria de ser la generación de los nativos
digitales. No hay marcha atrás; aunque muchas veces nuestros padres y los
amigos de nuestros padres, piensen que más allá de los periódicos impresos y el
Noticiero de Televisión solo hay “bretes” y “chismes de farándula”.
Debates en el II Encuentro Nacional de Jóvenes Periodistas |
A lo que muchos
llaman (y critican) “lucha interna”, yo prefiero nombrarlo y aprovecharlo como
debate. ¿O sería mejor la apatía social, económica, política? Yo le temo más a
los silencios.
Y si aún alguien duda dónde están los mayores peligros, volvamos entonces a
nuestras facultades, donde después de convivir durante cinco años en plazas
públicas (aulas), terminamos dejando un compendio investigativo que año tras
año se transforma en un tesoro mayor.
Tomado del perfil en Facebook de Ángel García |
Como debe suceder
en muchas otras universidades del país, en la biblioteca de la Facultad de
Comunicación de la Universidad de La Habana existen tesis de licenciatura,
maestría y doctorado, avaladas como investigaciones científicas, con datos y
argumentos sólidos que bien podrían ayudarnos a trazar estrategias, a sentar
pautas, a resolver problemas que se antojan cíclicos desde hace muchos años, a
entender que estas explosiones en la red de redes no se deben a temas nuevos,
sino a cuestiones en su mayoría ampliamente abordadas desde la academia, pero
no lo suficientemente comprendidas.
“Por los valores y principios que la rigen, por su
carácter de medios de propiedad social, sin ataduras al mercantilismo, a la
corrupción, a los manejos y ambiciones de grupos políticos, ningún sistema de
prensa como el socialista debiera ser capaz de implementar una verdadera
autorregulación. Esto, sin embargo, ha estado entorpecido por una visión
política instrumental de los medios como apéndices del sistema político, y por
el consiguiente sistema establecido para gestionar desde afuera el
funcionamiento de la prensa. No es un problema de personas. Se trata de una
concepción, de una estructura y un método que ha demostrado con creces su
ineficacia. Cuba, por su cultura y tradición debiera ser capaz de sentar nuevas
bases para la práctica de la prensa y colocarla en el camino de los cambios que
ella necesita de cara al siglo XXI”. (García Luis, 2013)
Intervenciones durante el II Encuentro Nacional de Jóvenes Periodistas |
Precisamente el
II Encuentro de Jóvenes Periodistas celebrado hace solo unos días, volvió a
poner en el punto de mira cuestiones tan delicadas y apremiantes. Sabemos ya
que no falta voluntad política para emprender esos cambios, pero sí nos falta
la concreción de esa voluntad política. No queda duda de que los medios cubanos
deben plantearse nuevos modelos de gestión ajustados a los tiempos que vivimos.
Y por eso, entre
tantas cuestiones aún por resolver, frente a tantos retos, ante tantas
encrucijadas, yo admiro a los que tienen la valentía de debatir, de exponer sus
criterios a costa de su propia tranquilidad, siempre a favor de Cuba.
A fin de cuentas:
La unanimidad solo existe en la retórica, y la retórica
cada vez es menos efectiva. Mientras más pretendamos reducir el pensamiento
social a una posición única, más difícil les será estar con nosotros a aquellos
que, con mayor o menor acierto, no están dispuestos a renunciar a su derecho a
pensar y a decir. Ese espacio de debate, discrepancias, análisis y búsqueda de
opciones en el seno de la Revolución y del interés nacional debiera ser nuestro,
pero no podrá serlo si él no tiene un espacio en la prensa. Tal vez no en toda
la prensa, pero sí en determinada prensa que debiera y pudiera existir. (García
Luis, 2013)
La prédica de Martí marca el rumbo del periodismo cubano |
Hoy, hacer
periodismo en nuestro país es una tarea harto difícil porque para nadie es un
secreto que la agenda pública y la agenda mediática andan bien distantes. Los
resultados de investigaciones de la Facultad de Comunicación de la Universidad
de La Habana lo han demostrado una y otra vez. Pero basta caminar por la calle,
basta ser periodista y que alguien te pregunte: -Ah! ¿Y de qué te
graduaste? Le digas: -Ah! Yo soy
periodista. Y de pronto sus ojos queden en blanco o el tema de conversación
cambie repentinamente.
Recuerdo mis
clases de teoría de la Comunicación, y aquella obsesión de la profe por nombrar
el último eslabón de la cadena Emisor-Mensaje-Receptor. Con los años el
Receptor ha tenido muchos nombres: audiencia, destinatario… Hoy podemos nombrarlo
“prosumidor”. La retroalimentación del proceso comunicativo ha llegado a tal
punto que los que antes estaban en el último eslabón de la cadena, no son ya
meros consumidores pasivos.
“Todo el sistema de medios institucionales cubanos estará
acompañado, complementado y también retado, de forma creciente en los años
próximos por las distintas modalidades de comunicación personal y grupal, no
institucionalizadas necesariamente, como las que representan los blogs y toda
la familia de herramientas de la actual web 2.0, las Redes Sociales, a la que
seguirá sin duda una red 3.0, luego una 4.0 y así sucesivamente. Nuestra
aspiración debiera ser la coherencia. Está claro que periodistas, intelectuales
de todos los perfiles y estudiantes serán los protagonistas de esa enmarañada y
variopinta madeja de comunicación autónoma. Si se revisan ahora las reglas del
juego de la prensa, el resultado pusiera ser potenciar y sumar a ella el enorme
impacto de esa red. Si, por el contrario, se impone la creencia de que a la red
ciudadana se le pudieran aplicar las mismas viejas reglas que a la prensa, el
resultado podría ser la descalificación de ambas”. (García Luis, 2013)
Los periodistas
de hoy no trabajamos solo para satisfacer las necesidades de públicos pasivos como
mis padres o su amigo, que básicamente se informan a través del Noticiero y los
periódicos impresos. Debemos entender que trabajamos para un público mucho más
diverso, mucho más exigente, con muchos deseos de exponer sus criterios, con
mil opciones para hacerlo y con miles de argumentos útiles.
Digamos entonces
que no se trata de hacer periodismo, o de hacer croquetas. Recursos y
comparaciones de ese nivel desafinan en estos tiempos y en cualquier caso, son
más nocivos que los propios elementos que cuestionan. Nada más bochornoso que
denigrar a otros para intentar atraer atenciones o defender nuestra postura.
Nada más bochornoso que muchos medios no oficiales tengan hoy más visitas,
lecturas y comentarios que los medios nuestros, los que hacemos en función del
pueblo. ¿Qué estamos haciendo mal? No hay nada más absurdo a estas alturas, que
negar estos espacios como terrenos de participación ciudadana, de consenso
público. Definitivamente no se trata de una fábrica de hacer croquetas y la
tarea de primer orden es entender que en los escenarios multimediales y,
específicamente en el contexto que vive Cuba hoy, cada hipervínculos, post,
comentario, foto, video, retuit, like, puede tener algún provecho.
Allí, donde se
gestan importantes debates para nuestro país (a donde todavía muy pocos pueden
acceder, por cuestiones económicas o porque todavía no existe la cultura
informacional necesaria para navegar en esas aguas) estamos perdiendo terreno,
o estamos dejando que otros lo ganen.
Es como si
algunos hubieran escuchado por mí, las advertencias ingenuas de mi mamá: -Por
favor, mi niña, no te metas en esos bretes.
Yo sostengo, como
principio, que es preferible enfrentar “los inconvenientes de las
equivocaciones” que “los inconvenientes del silencio”. Lo haré siempre, con la
ética y la responsabilidad que entraña mi argumento supremo: que mis palabras
le sean útiles a Cuba. (Por Laura Barrera Jerez)
Laura, me ha gustado sobre manera la profesionalidad con que hiciste este artículo, puesto que a veces los adultos o las personas de otras generaciones olvidamos que cada una de las generaciones vive su época política, social y económica y que ella le dá sintonia a nuevos retos, problemáticas y soluciones propias de los que están más activos en ese momento, nosotros; tus padres y yo lo hicimos, enfrentamos retos diferentes y logramos coloar nuestro signo a ellos, nuestros padres vivieron otro momento histórico y también lo hicieron, les toca a ustedes vivir a plenitud su momento y como bien dices con nuevos hechos, les toca andar responsablemente por ellos, ahora si la transmisión generacional de valores, de ética, de compromisos por no abandonar el proceso, por que la protagonista de todo sea Cuba eso no es negociable, tampoco me gustan los extremos para que Cuba y nuestro proceso se fortalezca no podemos desarrollar un dialógo entre sordos, al contrario, debe regir la voluntad de crecer en un mundo donde quepan muchos mundos: diferentes, tolerables, únicos e irrepetibles, Cuba no es exclusiva de nadie, sólo de aquellos que la tenemos en el centro nuestro y de buena manera, asi que me siento muy pero que muy orgullosa de ti Laurita, eres excelente y me das la esperanza de nuestra juventud como continuadora de los senderos trazados. GRACIAS, GRACIAS ... GRACIAS. María León.
ResponderEliminarGracias, María, por leernos y por comentar. Estoy muy de acuerdo con todo lo que dice. Y le aseguro que somos muchos los que seguiremos los senderos trazados. Gracias otra vez.
EliminarExcelente artículo, felicidades
ResponderEliminarGracias. Saludos!!!
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