En
este mundo actual de ciberespacio, reality shows, YouTube, Facebook. Twitter, me
pregunto: ¿qué tanto de realidad estamos viviendo? ¿Qué tanto de estar
conectados nos está empujando a la desconexión con el mundo?
Muchas
veces escuchamos, como pretexto al hecho de estar conectados a un chat el día
entero, que es para conocer personas nuevas y hacer nuevos amigos, pero la
realidad es que mientras más amigos virtuales haces, más te alejas de los
reales.
La
internet como espacio para encontrar información, estudiar, investigar, es una herramienta
sin precio; pero qué tanto de eso estamos usando y qué tanto estamos explotando
lo trivial que este medio puede ofrecer.
Desde
la aparición de las nuevas tecnologías, la sociedad la ha usado como
herramienta del mundo moderno para la creación, pero al igual que su uso tiene
justificaciones investigativas, las redes sociales, apoyadas por las nuevas tecnologías,
han abusado de nuestra paz mental, convirtiéndonos en yonkys de las constantes
publicaciones y la supuesta conectividad.
Si
bien no estoy en contra de la modernidad ni de los avances de la ciencia, sí
considero que antes de ser esclavos de la red deberíamos considerar qué tan
consumidores somos y qué tan pasivos somos.
La
red como herramienta, significa tener el control y el poder sobre nuestras
acciones y palabras, pero también implica ser esclavos de lo que escribimos y
no dueños de lo que callamos. A medida que la sociedad evoluciona, nuestro
mundo se enfrenta a una guerra que solo nosotros podemos ganar, dejarnos
seducir por la red o ganarle con sus propias armas. Como comunicadores natos
que somos, ¿no creen que la responsabilidad está en dar ENVIAR solo a favor de
nuestra evolución y no detrimento de nuestro futuro?
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