Por
Eduardo Pérez Otaño
La distribución del salario mensual: un verdadero dolor de cabeza |
A la empresa
llegó el salario de los trabajadores proveniente de algún banco. Se contó y
recontó una vez, y otra, y otra… Se revisaron nuevamente las nóminas, se
comprobó cuál era la cantidad justa de cada quien, se volvió a contar y se
empaquetó en los pequeños sobrecitos.
Asà comienza la
agitada vida de un salario estatal. Y debemos hacer la salvedad, pues las
nuevas modalidades del trabajo por cuenta propia introducen algunas
transformaciones en el modelo que a continuación abordaremos.
Como segundo paso,
el trabajador, luego de un arduo mes de intensa labor, sin faltar ni llegar
tarde, sin enfermarse ni coger certificado médico, sin cometer errores que
pudieran acarrearle una sanción administrativa acompañada del “inevitable”
descuento de un por ciento de su salario, cobra lo que le corresponde, y si
todo está en orden, logra llegar a casa con todo su bien ganado dinero.
A esta casa, que
nombraremos A para facilitar nuestro
análisis, entran dos salarios mensuales: el de papá (equivalente a unos 330.60
pesos) y el de mamá (aproximadamente 315.00 pesos). Pudiéramos decir como dato
extra que con ellos vive un niño de 12 años, y que sus plazas laborales son la
de un humilde dependiente y una trabajadora de la campaña contra el Aedes
Aegypti.
Los avatares de
este dinero familiar comienzan con la necesaria e imprescindible extracción de
los insumos correspondientes a la canasta básica, que cada habitante de esta
isla recibe de forma mensual. La relación de estos y su coste lo relacionamos a
continuación:
Insumo
|
Cantidad por persona
|
Precio por unidad
|
Cantidad total
|
Precio total
|
Arroz
|
5 libras X c/u
|
25 centavos
|
15 libras
|
3.75 pesos
|
Arroz adicional
|
2 libras X c/u
|
90 centavos
|
6 libras
|
5.40 pesos
|
Frijoles
|
290 gramos X c/u
|
80 centavos
|
870 gramos
|
2.40 pesos
|
Azúcar refinada
|
920 gramos X c/u
|
30 centavos
|
2760 gramos
|
0.90 pesos
|
Azúcar crudo
|
920 gramos X c/u
|
20 centavos
|
2760 gramos
|
0.60 pesos
|
Café
|
1 paquete X c/u
|
4.00 pesos
|
3 paquetes
|
12.00 pesos
|
Aceite
|
250 mililitros
X c/u
|
20 centavos
|
750 mL
|
0.60 pesos
|
Sal
|
De 2 a 3 personas, 2 paquetes
cada 3 meses
|
35 centavos
|
2 paquetes
|
0.70 pesos
|
Mortadella
|
230 gramos X c/u
|
25 centavos
|
690 gramos
|
0.75 pesos
|
Pollo por
pescado
|
172 gramos X c/u
|
25 centavos
|
516 gramos
|
0.75 pesos
|
Picadillo de
soya
|
230 gramos X c/u
|
21 centavos
|
690 gramos
|
0.63 pesos
|
Huevos normales
|
5 X c/u
|
15 centavos
|
15 unidades
|
2.25 pesos
|
Huevos
adicionales
|
5 X c/u
|
90 centavos
|
15 unidades
|
13.50 pesos
|
Pan
|
1 unidad X c/u
diario
|
5 centavos
|
30 unidades al
mes
|
4.50
|
Yogurt de niño
|
3 unidades X
semana
|
1 peso
|
12 unidades al
mes
|
12.00 pesos
|
Pollo
trimestral
|
303 gramos X c/u
|
60 centavos
|
909 gramos
|
1.80 pesos
|
TOTAL
|
62.53 pesos
|
Más o menos la
disposición de los primeros 63 pesos quedarÃa de esta manera. Debemos aclarar
que esto depende, por supuesto, del mes y del lugar del que se trate, pero más
o menos, es un patrón para ir teniendo una idea.
El siguiente paso
en este trabajo logÃstico de dar inteligente uso al salario, serÃa comprar, si
se encuentran, los productos complementarios para garantizar que después del
dÃa quince del mes aún se pueda comer algo en casa, pues un elemento queda bien
claro, con la canasta básica apenas da para comenzar.
Haciendo un
análisis bien conservador, esta familia de tres personas gastarÃa 125 pesos en 25 libras de arroz (al
precio de cinco pesos), 130 en frijoles (al precio de 10 pesos la libra), 25
pesos en condimentos y 50 en frutas y vegetales. Tengamos en cuenta que esta
familia “ficticia” no consume carne por ahora. Esto se analizará luego de la
repartición inicial del salario.
Con posterioridad
se extraen las sumas necesarias para garantizar el aseo básico, que quedarÃa de
la siguiente manera: 15 pesos para comprar 3 jabones de baño, 8 para la pasta
dental, 20 para un pomo de detergente lÃquido, 25 pesos destinados a un
desodorante de 1CUC (al cambio de CADECA) y 15 pesos para dos máquinas de
afeitar para papá. Todo esto suma 83 pesos más. Miremos bien, no incluimos ni
perfumes ni cremas, y mucho menos el “innecesario” shampoo o el gel para
después de afeitado.
La lista de
distribución continúa entonces con los servicios básicos: 25 pesos dedicados al
teléfono; 30 a
electricidad; alrededor de 4 pesos de agua y unos 6.20 de periódico, pues esta
familia está suscrita al Granma. Adicionemos a esto 7 pesos de alimentación en
el semi-internado, donde estudia el niño. La suma ascenderÃa a 72.20 pesos.
Siendo extremadamente conservadores, por supuesto.
QuedarÃa agregar
a este descuento 25 pesos destinados a transporte diario y al final las cuentas
quedarÃan de la siguiente manera:
Ø Canasta
Básica……………………………62.53 pesos
Ø Otros
insumos…………………………….330.00 pesos
Ø Aseo
personal…………………………….83.00 pesos
Ø Servicios
básicos…………………………72.20 pesos
Ø Transporte…………………………………..25.00
pesos
Ø Total…………………………………………572.73 pesos
Recordemos
entonces cuánto llegó a la casa en aquellos curiosos sobres. Nada más y nada
menos que 645.60 pesos, por lo que
quedarÃan, luego de todo este desglose inicial alrededor de 72 pesos con 87
centavos para todo el mes.
SerÃa interesante
hacer un cálculo de los gastos potenciales de esta familia en materia de
alimentación, no comprendidos en el conservador análisis realizado con
anterioridad, gastos en merienda escolar, arreglo de determinado equipo,
calzado u otro implemento del hogar que se haya averiado, salida no
planificadas u hospitalización de algún familiar, compra de ropa y calzado,
viajes municipales o interprovinciales, recreación y esparcimiento, y otras
tantas cuestiones.
Este sencillo
análisis refleja a las claras la imposibilidad de vivir de un salario estatal,
pues no se trata de administrar bien o no, se trata de simple lógica. AquÃ, por
ejemplo no hemos tenido en cuenta las familias con más de 1 hijo, las madres
solteras o los padres que se hacen cargo de la educación de una progenie donde
todos son mayores de edad, los pensionados o jubilados, los impedidos fÃsicos y
tantos otros casos que pudieran darse.
Recuerdo entonces
las palabras del presidente cubano Raúl Castro en el acto por el 26 de julio en
Guantánamo, cuando expresó: “…los salarios están bajos, hay muchas
dificultades; pero mientras no se avance en la producción y en la
productividad… no se podrán producir aumentos salariales”.
La realidad es
clara y precisa. Solo quedarÃa preguntarnos ¿de dónde sale el resto del dinero
imprescindible para que una familia cubana, modesta y trabajadora, sin otros
negocios “por la izquierda”, sobreviva durante todo un mes, para que se
garantice los equipos imprescindibles para el buen vivir o al menos una
alimentación más adecuada? La respuesta va por ustedes.
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