Continuación
de las intervenciones durante el debate convocado por el Foro de Estudios
Críticos y La letra
corta, desarrollado en la Universidad de
La Habana, el 14 de marzo de 2017.
Fernando
Almeyda (licenciado en derecho, FEC):
Yo quisiera centrarme en dos temas que se han planteado que de por sí son
bastante complejos… Respecto de que no hay un fundamento real, tienes razón, lo
que yo sí encuentro un fundamento. Quizás la explicación no la tenga la
comunicación ni el derecho, sino un psicoanalista. Habría que preguntarle a
Freud por qué cada vez que nosotros queremos tomar una iniciativa debe venir
una ley que te autorice; y no es que alguien te lo imponga, sino que
automáticamente tú necesitas que haya una ley. Es como la fuerza del padre que
tiene que autorizarte, que el órgano del poder me autorice a ser yo mismo. Hay
una necesidad ahí ideológica y política, de que el mundo vea que nosotros
avanzamos acorde al mundo.
Hace rato nosotros tenemos problemas
porque no es justificativo que nuestro socialismo, nuestro proyecto autóctono, no haya hecho nada en
el campo de la comunicación. Se han dado en el continente maravillosas
normativas, grandes reformas, planteamientos de nuevas perspectivas, pero
nosotros no hemos hecho nada.
Ideológicamente eso nos golpea en el
frente internacional porque dicen: “bueno, y tú qué”, y nosotros también nos
sentimos así. La ley de prensa forma parte de eso, de incorporarnos a algunas
tendencias en Argentina, Ecuador, etc. A lo interno también hay una necesidad
importante y tiene que ver con el choque con la concepción que habíamos tenido
hasta ahora y que malo o bueno funcionó,
malo o bueno se impuso, que plantea que los medios de prensa estén tutelados
como una actividad de servicio público orientado a la sociedad.
En Cuba son concebidos como un
servicio estatal orientado a fines estatales que se rigen por el centralismo
democrático, principio constitucionalmente refrendado. El centralismo
democrático es una línea. Y se aplica a los medios. Por eso los mensajes que se
salgan de eso son entendidos como divergentes.
En nuestra época y en nuestro contexto
eso no solo es bastante ineficaz sino que es desactualizado, porque uno puede
hacer una función periodística con un celular y publicarlo en internet. No debo
esperar a que las cosas las digan en Granma. Se dan casos como, por ejemplo, el
hecho de que algo ocurrido en la equina de mi casa sea conocido en Uruguay
antes de que lo sepa yo.
La idea de un monopolio de la
información para los fines que sean ya no funciona. Y ante la imposibilidad de
monopolizar el mensaje deberíamos comenzar a abrir el cerebro. Los marcos
deberían partir de una toma de conciencia. Deberíamos decidir qué es
información útil y reconocer el derecho de difundir, el derecho de acceder a
información…
Hay que preguntarse hasta qué punto
puede ser eficaz una ley de comunicación que te autorice a algo que no has
tomado en conciencia aun. Lo que sí considero es que dado el panorama actual
normativo, cultural, nacional e internacional, sí es importante ir por una Ley
de Comunicación ya que nuestro modelo cultural de pensamiento tiene que partir
de que te autorice la ley. Es importante tener una normativa que refrende
determinadas líneas y que comience a cambiar determinados conceptos.
Respecto a lo que planteaba Pierucci,
¿qué es información?, ¿qué es difundir? Y agrego, ¿es importante definir qué es
informar? Parto de que un concepto es en sí mismo un límite. Usted hace un
concepto en la medida en que comienza a ponerle determinaciones.
Para que sea funcional el concepto de
información a efectos de lo que queremos lograr o me das uno tan largo o mejor
no dar ninguno; porque entonces va a haber algo que se queda afuera. Nosotros
sacamos una ley constantemente porque tenemos la necesidad de poner un límite.
Cuba es un país sui géneris. Cuba quiere modificar el socialismo hacia formas
diversas que se adapten, que se revolucionen constantemente, y hacemos una
conceptualización de lo que es socialismo. Y cuando queremos hacer un avance en
la economía hacemos los Lineamientos… una cosa inmensa llena de líneas
conceptualizando, por la necesidad de poner límites. La idea es romper límites
poniendo más límites.
Y en este caso yo llamaría la atención
de que hay que cambiar la idea de estatismo, de servicio estatal a servicio
público. Y eso nosotros lo podemos reflejar claramente en la ley. La idea sería
primero trabajar por un cambio de mentalidad, pero no solo eso, sino también
por un cambio cultural, por la asunción no de lo que está afuera sino de mi
relación conmigo mismo y con la estructura. Eso se hace para que la norma que
debe crearse funcione. Porque de lo contrario sería letra muerta.
Soy partidario de que una Ley de
Prensa es muy importante sobre todo porque somos parte del mundo y como tal
debemos insertarnos en él.
Yassel Padrón Kunakbaeva
(licenciado en Radioquímica, FEC):
Todo medio, sea privado o sea estatal es en su esencia social. Lo social abarca
todas las diferentes formas de lo social. Una cosa que decía Rosa Miriam
Elizalde en el video, es que no hay modelos de prensa en el socialismo, y eso
no es una casualidad. La Revolución que hizo Lenin en Rusia era con vistas a
una revolución mundial, que iba a ocurrir en Alemania y se iba a extender por
el mundo. El socialismo en un solo país siempre ha sido
una aberración.
Se llevó a cabo en Rusia y cuando llegó
al estalinismo se dio un proceso de institucionalización que no tiene nada que
ver con el socialismo. ¿Cómo va a competir un país como Rusia contra todo el
mercado mundial? Si estamos haciendo los lineamientos acá es porque estamos
intuyendo algo de eso: el socialismo en un solo país no funciona.
En el socialismo, ¿cuál sería la
función de una ley? A mí me queda claro una cosa: una prensa que crea que
funciona de modo vertical no es una prensa socialista. La idea del socialismo
no es que un grupo establezca lo que debe hacer el resto de la sociedad. Creo
que debemos poner los pies en Cuba, haciendo un análisis integral de la
situación existente.
Cuando comenzó la aplicación del
socialismo existía el CAME y existía por lo menos la perspectiva de que había
un sistema mutuo. Ahora es Cuba prácticamente sola. Si no se puede trascender
el socialismo en un solo país quizás debería haber un objetivo más modesto, de
que haya al menos una República inspirada en los ideales del socialismo y que
funcione como una República, con propiedad privada y demás, pero que se haga
integralmente.
Con respecto a la comunicación, ¿cuál
sería una relación entre socialismo y comunicación? Lo que se debería buscar en
ese campo es una democratización lo más elevada posible de la comunicación. Es
decir, que todos los puntos de la sociedad civil tengan capacidad de insertarse
en esos espacios. Eso ocurre en muchas partes, pero en la mayoría de los países
capitalistas todavía hay una polarización del poder sobre los medios de
comunicación con la capacidad para instaurar líneas en pequeñas camarillas.
El socialismo debe buscar
democratización. Aquí está dominando una visión de mente estrecha y una real politic que debería buscar un
análisis lo más integral posible. (Continúa…)
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