Por Esteban Morales Domínguez
Los
dos principales y más poderosos instrumentos de capitalismo han sido, el
mercado y la democracia. Ningún régimen social hasta ahora, excepto el
capitalismo, ha logrado emplear la eficiencia de estos dos instrumentos para
hacer avanzar la sociedad.
Pero
ambos ya se contradicen en su accionar dentro de las sociedades capitalistas
incluso, en especial las más desarrolladas.
La
primera contradicción aparece en los marcos del poder de los monopolios y el
interés de las clases que los dominan, para cumplir sus aspiraciones de
incrementar continuamente la ganancia.
La
producción capitalista crece y con ella la ganancia, pero con la continua
acumulación de la riqueza en un polo y la pobreza en el otro. Es tal la
contradicción que se genera riqueza y pobreza, al mismo tiempo. Situación de la
cual brota el movimiento social y político que dará al traste con el
capitalismo.
Nunca,
como durante el periodo que va desde la segunda mitad del siglo XX, hasta
ahora, se ha estado produciendo un movimiento de masas en todas las latitudes
del mundo, mostrando su inconformidad con el sistema capitalista.
Pero
es que no ha existido aun una sociedad que, sin acumular riqueza y propiedad,
la producción haya logrado crecer. Por ahora, eso sería una utopía
irrealizable. Porque el problema no está en que la riqueza y la propiedad se
acumulen, sino en que el resultado de esa acumulación pueda ser distribuido
equitativamente para hacer crecer continuamente el bienestar económico de todos
los miembros de la sociedad.
No
obstante, el capitalismo tratará de sobrevivir en la misma medida, que la
construcción socialista, no puede prescindir del mercado ni de la democracia.
Hasta que logre hacer la ingeniería inversa que lo conviertan en instrumentos
de su desarrollo social.
Ello
será así mientras:
1. La
construcción socialista no pueda superar la distribución desigual de la
riqueza.
2. La
democracia socialista, para ser verdadera, tendrá que superar el derecho
burgués.
3. El
espíritu burgués no desaparezca de las formas de propiedad privada que
sobrevivirán.
4. Se
tendrá que librar la lucha político-ideológica, que permita que la clase
burguesa, no vuelva a retomar la conducción de la sociedad.
5. En
esa lucha, las clases subalternas del capitalismo, continuarán ejerciendo la
función de representar los intereses de la burguesía, deviniendo en los
principales representantes del potencial retorno al capitalismo.
Pero,
a pesar de lo poderoso que son el mercado y la democracia, ya están perdiendo
su capacidad para sostener el poder de las clases que los generaron. Surgiendo
así las fuerzas políticas y económicas, que nos conducirán hacia el nuevo
estadio social.
Dos
categorías que no son económicas, forman junto a la democracia y el mercado, un
cuadrilátero de fuerza: la demagogia y la hipocresía, que le restan mucha
fuerza a la clase hegemónica para continuar satisfaciendo sus intereses.
Demagogia, porque la clase burguesa a base de mentiras, tratara de hacernos
creer siempre que su modelo de democracia es el único posible y segundo, porque
hipócritamente, la burguesía tratará de mantener siempre la idea, de que a
pesar de que la distribución es desigual, el capitalismo será capaz de generar
riqueza y bienestar para todos por igual. Fenómenos ambos de interés, que cada
día contradicen la realidad.
El
capitalismo genera bienestar y riqueza, pero hasta ahora no ha logrado hacerlo
para toda la sociedad. La democracia reparte cuotas de poder, pero siempre
dejando lo esencial en manos de la clase que controla el funcionamiento del
modelo de democracia. Ni la riqueza ni el poder son aun distribuidos
equitativamente dentro de ninguna sociedad actual.
Son
esas, las contradicciones con las que tendremos que vérnosla en el proceso de
construcción socialista, para superar las contradicciones que nos llevarían
hacia una sociedad realmente igualitaria en lo económico y completamente
democrática. La distribución de la riqueza y los bienes será la base de la
construcción de una nueva democracia.
La idea
que se tenía a principios del siglo XX de las vías para liquidar al capitalismo
y construir el socialismo, continúa siendo una utopía no alcanzada. Ni el
capitalismo ha logrado definitivamente ser exitoso, ni la construcción
socialista se ha realizado. Por tanto, la idea de derrotar el capitalismo y
construir el socialismo tiene que ser ajustada a esa realidad.
Ha
quedado demostrado que el sector no estatal es necesario para que el estado se
pueda dedicar a lo fundamental del desarrollo de la propiedad socialista,
teniendo en cuenta, que las fallas que puede generar el sector estatal, son
mayores que en el sector privado.
El
sector privado ya ha demostrado entre nosotros que tiene una capacidad mayor
que el estado, para generar empleo. Obsérvese lo que ocurrió cuando en medio de
una racionalización de la fuerza de trabajo empleada en el sector estatal, nos
abrimos a la posibilidad de utilizar el trabajo por cuenta propia, que ha
absorbido 500,000 trabajadores desde el 2011, produciéndose en cuatro años una
disminución del 14,7% del empleo estatal (624,000trabajadores). Incrementándose
el empleo no estatal en 57,2%, hasta 471,000 personas. El empleo fuera del
estado pasó de 16,2%al 26,3%entre el 2009 y el 2013.
El
estado redujo en un 34% en el número de ministerios y en un 27% el de empresas
hasta el 2013. A lo que se añade una disminución del 20% en la cifra de
cooperativas agropecuarias, proceso que aún no ha concluido. El empleo fuera
del estado que fue 143,000en el 2009, paso en el 2014 a 478,951(para un
incremento del 3.3%). Todo ello sin que el cuentapropismo haya dado aún
respuesta a la fuerza de trabajo calificada excedente dentro del estado y que
se está perdiendo por la vía de la emigración.
Han
pasado 11 años desde que Fidel le entregó el mando a Raúl, en el 2006.Ya en el
2007, este último planteó los problemas económicos más importantes del país,
que, sin dudas, demandaban reformas estructurales. Iniciándose en el propio
2007 las reformas económicas, que en la actualidad continúan desarrollándose.
Aunque,
dentro de ello, debemos corregir la orientación de que los cubanos no podrán
acumular riqueza ni propiedades. Pues es una orientación que no se corresponde
con la realidad que debemos enfrentar. Tratándose no solo de una utopía, pues
de estas también podemos vivir, sino de algo irrealizable.
Como
se dice en buen cubano, "hay que dejar de jugar con la cadena y de sacar
al mono de vez en cuando a pasear, para después de nuevo ponerlo a la
sombra". Como hicimos recientemente con el trabajo por cuenta propia.
Pues,
entre las medidas de mercado y propiedad privada que hay que utilizar para
hacer avanzar la economía y un posible retorno al capitalismo, va un largo
camino aún.
Pienso
que no perdemos ni sacrificamos nada importante, si entendemos que derrotar al
capitalismo y construir el socialismo, hay que lograrlo en el contexto de un
proceso que debe tener en cuenta varios entramados:
1. Eliminar
lo que sea negativo del capitalismo. Sobre todo, en el orden social y político.
2. Construir
el socialismo en todo lo que sea posible.
3. No
negar aquellas herramientas del capitalismo que son posibles de emplear en la
construcción socialista, ajustándolas a las necesidades del socialismo.
4. Movilizar
las fuerzas productivas internas tanto por la vía privada como por la estatal.
Como
ha dicho el Profesor Mesa Lago, "...Raúl ya ha introducido más de 100
reformas estructurales y no estructurales". (En el Blog de Mesa Lago).
Hay
que acabar de enfrentar el problema principal. ¿Cómo utilizar las medidas de mercado
y la propiedad privada para hacer avanzar la economía y evitar el capitalismo?
Hay
que romper el "nudo gordiano" que el capitalismo no ha podido romper.
Una acumulación que crea riqueza y crecimiento económico, pero acumulándolas en
un polo y a la pobreza en el otro. Hay que acabar con el desequilibrio en la
distribución y eso incluye eliminar la corrupción, mejorar la distribución,
hasta lograr que lo que se produce se revierta de manera equilibrada y
equitativa a todos los miembros de la sociedad.
Creo
que Cuba tiene suficiente experiencia para hacerlo. Pero antes tiene que
superar el miedo a utilizar las vías necesarias para lograr el crecimiento
económico.
Ya el
Cro.Raul está al despedirse del cargo y aún no hemos superado el problema.
Solo de
ese modo, la utopía hasta ahora, de la construcción socialista será posible.
Evitando, ante todo, el retorno del capitalismo y avanzando lo más posible en
hacer aparecer las relaciones socialistas, en el orden económico, político y
social.
Luego,
construir el socialismo, huyendo del capitalismo, no será sino cubrir ese
periodo de transición, en que la sociedad está comenzando a ser socialista, sin
dejar aun de ser capitalista, pero, además, sin que el capitalismo logre ser
restaurado.
Esa es
y no otra, la encrucijada en que Cuba se encuentra actualmente.
Pero
no se trata solo de una cuestión teórica, sino sobre todo práctica.
1. Hay
que lograr establecer el modelo económico propio, eficiente sostenible y
sustentable, que termine de dar coherencia a la economía cubana.
2. Cuba
está obligada cruzar de manera efectiva el periodo de cambio generacional del
liderazgo político.
3. Superar
el espacio de tiempo, en el que paralelamente está teniendo lugar una
confrontación con Estados Unidos, que se propone dar marcha atrás a lo que se
había avanzado en las relaciones entre
2009-2016.
4. Estamos
en un contexto político dentro del cual, el interés de Estados Unidos por
subvertir a Cuba, permanece, pues resulta ser
un interés de estado para la política norteamericana.
5. Cuba,
al mismo tiempo, debe utilizar todo su prestigio acumulado, para nuclear a su alrededor aquellas fuerzas políticas
que puedan colaborar con sus intereses estratégicos.
La
idea de la construcción paralela, ya ha sido superada. Pero en realidad, faltan
algunos ajustes de instalación del modelo, para concretar este como parte de un
proceso de transición al socialismo. La marcha hacia el socialismo debe servir
como marco general de la transición hacia el nuevo modelo económico. Se habla mucho
de la instalación del modelo y de socialismo, pero debe quedar claramente
establecida la imbricación entre ambos procesos.
Aún
debe ser superado el temor al manejo de la propiedad privada. Lo cual se ha
expresado claramente en las incoherencias que se observan con el tratamiento
que se le ha dado al llamado trabajo por cuenta propia. Lo cual no son más que
indecisiones e imprecisiones con el manejo de la pequeña y mediana empresa.
Es una
señal bastante negativa dentro de este proceso, que el Cro. Marino Murillo,
haya anunciado que solo se aceptará la tenencia de una única licencia para el
ejercicio del trabajo por cuenta propia por persona. Esto pone un límite
irracional al papel de la propiedad privada dentro de la transición al
socialismo.
Adicionalmente,
el propio presidente Raúl Castro, ha tenido que criticar la lentitud y el
burocratismo con que son manejados los proyectos de inversión privada. Lo cual
representa que el ritmo a que tiene lugar este proceso está en contradicción
con las necesidades actuales de la economía cubana.
Se
añaden a la situación con las inversiones, la negativa a utilizar el potencial
del capital interno. El gobierno cubano tiene preocupación con las inversiones
privadas que provienen del dinero que procede del extranjero. Esa reticencia
afectará seriamente, tanto el establecimiento del modelo, como la transición
hacia el socialismo. Pues establece un límite inadmisible al papel que debe
desempeñar la propiedad privada en ese propósito.
En
medio de tales incomprensiones, ¿Cómo vamos a enfrentar algunos problemas que
aun presenta la economía cubana? Tales como:
1. La
alta importación de alimentos, que parece no solo promovida por el nivel
insuficiente de la producción agrícola y su procesamiento industrial, sino también,
por el facilismo de importar, en lugar de producir. Eso provoca que se destinen
a esas importaciones, recursos financieros que bien podrían ser empleados en la
producción interna de tales productos.
La
importación de alimentos en el 2016 llegó a 1,700 millones de dólares, mientras
que en el 2017 consumió 2,000 millones.
2. Continúan
las pérdidas de productos agrícolas en los lugares de concentración, unido a la
falta de envases y transportación adecuada y oportuna.
3. La
industria procesadora de alimentos es de limitada capacidad, obsolescencia y
baja disponibilidad de envases.
4. El
mercado interno de alimentos, tanto de producción nacional como importado
muestra falta de sistematicidad y surtido. Aunque se hacen gestiones dirigidas
a sistematizar la existencia de mercados nuevos, con un aceptable surtido de
producción nacional, pero que resulta insuficiente.
5. El
sector privado presiona, en especial el gastronómico y de otros servicios,
tanto sobre la producción nacional como la importación de alimentos. Por lo que
la economía nacional tiene que emplear divisas para satisfacer también ese
mercado privado. El estado, bien podría librar cuotas de importación para
ayudar a cubrir esa necesidad.
6. Un
problema, que posiblemente sea el más serio que enfrentamos, es el de la doble
moneda y las diferentes tasas de cambio, a lo que ya nos referimos en el
artículo anterior.
7. La
doble moneda y las tasas de cambio, han sido objeto de análisis por los que sin
dudas son los más calificados economistas del país, pero no se observa ninguna
reacción por parte de los que están llamados a solucionar el problema. Se
desconoce siquiera, si se está prestando atención a la valiosa cantidad de
elementos que esta polémica está aportando. No se ha dado una explicación de
las propuestas de la comisión creada para solucionar el problema, a pesar de
que varios economistas como Humberto Pérez, Juan Triana, Hiram Marqueti,
Joaquín Infante, Pedro Monreal y otros, los que han formulado proposiciones
concretas que considero atendibles.
8. El
bloqueo comenzó a funcionar y a incidir fuertemente sobre nuestra economía, sin
tener la oportunidad de producir cambios estructurales y, además, padecemos aun
las consecuencias del periodo en que nuestras relaciones con los países
socialistas nos permitieron vivir dentro de una burbuja.
9. Como
resultado de todo ese acomodamiento acumulado, la lentitud y el copismo, Cuba
sigue siendo un país que invierte poco, tiene un alto déficit fiscal y en la
balanza comercial.
Pues
los cambios realizados en el orden económico, no han puesto aun a Cuba en el
camino del desarrollo.
10. El
salario medio tiene una capacidad de compra de apenas un 60% de la que tenía en
1989 y las pensiones de un 50%. Estas últimas, directamente relacionadas con
aquella población, que a pesar de haber dado ya toda su vida a la economía,
forman ahora el grupo más vulnerable de la sociedad cubana.
11. Según
el Cuba Consulting Group, se ha
producido una disminución del 30% de las exportaciones chinas a Cuba como
resultado de la falta de pago.
12. Se
presentan dificultades financieras con una industria turística en riesgo de
sufrir una desaceleración, como resultado de los llamados ataques acústicos.
Además, de la fuerte competencia dentro de la región en términos de precios,
productos y servicios más atractivos y competitivos.
13. Las
medidas que Cuba está tomando con el trabajo por cuenta propia o la mediana y
pequeña empresa, desestimulan tanto la potencial inversión interna, al mismo
tiempo que afectan la imagen de Cuba como destino de inversión.
14. Existen
resultados negativos determinados por la disminución de las exportaciones y los
bajos precios del níquel y el azúcar, con la falta de pago a los proveedores.
15. La
crisis venezolana ha supuesto una disminución del suministro de petróleo y del
soporte financiero que se recibía por la ayuda técnica, principalmente médica.
16. Cuba
sufrió el paso devastador del ciclón Irma que representó una pérdida de 13,000
millones de dólares.
17. La
apertura a la inversión extranjera desde los años 90, no ha servido para
detener una progresiva descapitalización de la economía, que ya alcanza
alrededor de un 4%.
18. La
inversión social en Cuba no ha conseguido hacer avanzar el crecimiento de la
productividad. Se ha sostenido su peso, pero sin haberla podido compensar,
haciendo crecer la productividad, produciéndose la situación de ganancias
apreciables en términos sociales, pero perdidas en eficiencia económica. (Ver
Pavel Vial. O.b pp.34,35,65)
19. “La
economía cubana ha venido perdiendo peso en la región. En 1970 el PIB cubano
total era 5.3 veces mayor que el promedio de diez economías de América Latina.
En el 2011 era solo 1.5 veces mayor” (Ver: Pavel Vidal, Pontificia Universidad
javeriana, Cali, Colombia, p.1 Resumen.)
“La
economía cubana en el 2011 era:
-71%
de la dominicana.
-61%
de la ecuatoriana.
-9%
más grande que la de Guatemala.
-33%
mayor que la de Panamá.
-El
PIB cubano descendió al sexto lugar.
-En el
2011 el PIB per cápita se ubicaba 6% por debajo del promedio regional: Uruguay
y Panamá duplicaban el PIB per cápita cubano. Costa Rica lo superaba en 69%,
dominicana en 46% y Ecuador en 18%." (O.b. Pavel Vidal, Pavel Vidal.
Resumen).
-La
población cubana envejece y disminuye.
19,4%
tiene 60 años. Con una caída del 5% desde el 2006.
20. Nuestra constitución aun no recoge los cambios que se han venido realizando
dentro de la economía.
Se
observa claramente, que tanto por el debate interno, como por las
opiniones que se vierten fuera de Cuba,
existen un conjunto de críticas sobre nuestra política económica, a las que
debiéramos prestarle atención; pues existen demasiadas coincidencias sobre lo
que estamos haciendo bien y lo que estamos haciendo mal. Las críticas se
centran en la falta de realismo con que estamos acometiendo la implantación del
modelo y el temor excesivo con que manejamos los asuntos del mercado y la
propiedad privada, en lo que se dan pasos hacia atrás y hacia delante.
Creo
que, si la dirección económica cubana le prestara más atención a lo que
nuestros mejores economistas están discutiendo, se percatarían de que existe un
valioso material para salir de lo que yo considero ya tiene el matiz de una
cierta encrucijada teórico-práctica.
Pues,
me pregunto, ¿Cuánto más vamos a darle vueltas al trabajo por cuenta propia, la
duplicidad monetaria, las tasas de cambio y la necesaria aceleración del
proceso inversionista, dentro de ella, si utilizaremos o no el cierto ahorro
interno, para la formación de un capital, que nacional, siempre sería mejor que
cualquier otro?
Tomado del blog de Esteban Morales
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