Siempre hay otra manera de ser feliz... |
Conocà a un hombre feliz. No lo avergüenza su arte.
Él no lo sabe, pero me ha hecho feliz
a mà también. Vi sus dibujos y el sacrificio de su creación. Interactuaban
aquellos rostros encartonados y los rostros de quienes no podÃan pasar sin
detenerse, al menos, para mirar con recato.
Algunos lo consideraban loco. Durante
cinco minutos estuvo conversando con una mujer que le servÃa de confidente: ha
tenido problemas por adueñarse de aquel trozo de portal. Tal vez sea ilÃcito
vender el esfuerzo propio y ganarse la vida ofreciendo las sonrisas o las
tristezas de otros.
Después volvió a organizar sus
piezas. Caminaba de aquà para allá y las colocaba en diferentes posicones,
parecÃa armar un rompecabezas. Solo él conoce los conflictosindividuales de sus
dibujos. Quienes miran la exposición
tratan de imaginarse cada historia, pero realmente es el pintor el que más
atenciones atrapa.
No conozco su nombre, pero disfrutélos
precisos movimientos del trozo de lápiz. Sus etapas de creación se convierten
en un ciclo totalmente público, sin reservas.Pero nadie sabe cuántos rincones
ha visitado con esa mochila donde van sus materiales…y sus anhelos.
No sé de dónde viene. No sé por qué dibuja rostros optimistas, sin regalar
una sonrisa propia. Solo se atreve a andar con cansancio, organizando su
rompecabezas antes de sentarse a un lado, para seguir dibujando. La ciudad está
llena de personas felices. (Foto y
texto, por Laura Barrera Jerez)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente acá... porque somos de letra corta: