FIDEL DE CORAZÓN: Apuntes sobre una aventura (Parte II). Destino Demajagua + Fotos - La letra corta

Lo más reciente

29 de abril de 2015

FIDEL DE CORAZÓN: Apuntes sobre una aventura (Parte II). Destino Demajagua + Fotos



Domingo 12 de abril de 2015

01.15am- Llegamos por fin a la Universidad de Granma. El viaje ha demorado en total 16 horas y 40 minutos. Ha sido largo particularmente por las paradas fuera de cronograma. Llegamos bajo el signo de una media luna intensa y con la voluntad que salimos hace 17 horas desde el parque Mella.

Luego del recibimiento, la comida prevista a la que pocos se arriesgan dado lo tarde del asunto y luego a recoger los colchones. La Universidad tiene la estructura tradicional de los Instituto Preuniversitarios Vocacionales de Ciencias Exactas, del resto del país. Se encuentra bastante alejada del centro de la ciudad. Las condiciones generales son regulares, particularmente en los dormitorios donde apenas hay una llave para llenar los cubos que luego servirán para bañarse. Una vez instalados comienza el proceso del baño.

Las chicas en la delantera y los chicos después. El anunciado sueño se pospondrá entonces para más tarde.


03.10am- El sueño aún tardío se pospone más. Quedan todavía fuerzas suficientes para discutir como los universitarios saben hacerlo: insistente y desenfadadamente hasta que uno de los bandos caiga rendido por los demoledores argumentos de uno de los grupos o por el cansancio atroz. Parece que por esta vez tendrá que apelarse a la segunda de las opciones. Entre economía, turismo, contabilidad y finanzas, fue organizado el lance por esta vez. El sueño anhelado comienza a acercarse cuando Yasmín, del Comité de Base del MITRANS anunció: “caballero a dormir que los las 4 y 15 de la mañana”.

Feliz sueño para algunos, para otros aun postergado por la necesidad de solucionar importantes problemas en el mundo como cuál de todas las carreras es mejor: ¿Artes y letras o economía? ¿Quizás contabilidad y finanzas? ¿Y derecho? ¡A dormir, por fin! Son las 06.00am.

06.55am- De pie porque el programa no puede atrasarse. Las tropas cansadas, diezmadas incluso por la falta de voz, se organizan en el aseo matutino. Hasta ahora no muchas novedades. Apenas los resúmenes de una noche ardua e  intensa para la mayoría y las valoraciones de cómo estuvo el recorrido de ayer, que ascendió a cerca de 800 kilómetros.

De otro lado las previsiones de algunos: hoy Demajagua es el destino, incluyendo un encuentro con el Primer Secretario del Partido, un recorrido por la ciudad de Bayamo y la actividad recreativa en un centro del Ministerio del Interior.

La gente:
Los muchachos se han integrado casi por completo aunque todavía son demasiado evidentes las divisiones entre un ómnibus y otro. Las diferentes procedencias se han complementado y las encarnizadas discusiones han terminado por acercar posiciones. Es previsible que aún mejore el clima general que ya es bastante bueno. Hasta ahora no han aparecido ni las bromas clásicas ni discusiones sobre sexo. Seguro no tardarán.

César nos cuenta la historia de la Demajagua
11.19am- Destino Demajagua. César, el historiador del lugar, la persona que más conoce sobre el Monumento Nacional. Sentados sobre la hierba escuchamos la historia viva de este lugar que transpira historia.

El 28 de junio de 1843 se escucha hablar por primera vez de la Demajagua. Por ahí comienza el amigo César, como se autodefinió al principio.

El 11 de junio de 1858, con 10 mil 800 pesos de hipoteca, en el registro no.26, adquiere Francisco Javier de Céspedes la Demajagua.

El 14 de agosto de 1859 se adquiere la máquina de vapor comprada en Inglaterra con 30 caballos de fuerza.

El hombre que habla con los laureles del Ingenio, César, no pierde oportunidad para incluirnos humildemente en su historia inmensa.

De memoria nos recita el documento mediante la cual Céspedes adquirió la finca y nos hace ver en su mano el Acta, nos hace tocar el papel, nos hace terminar aplaudiendo como verdaderamente se aplaude al maestro que ha podido mover la fibra más íntima.

Céspedes contrató mano de obra asalariada. Trabajaban con él 60 hombres y convirtió a Demajagua en un central donde se centralizaron todas las funciones, notificado en la prensa cubana en 1867.

Céspedes era por demás el Venerable Maestro de la Logia de Buena Fe, y en esa condición se reúne el 3 de agosto de 1868 en San Miguel del Rompe la Convención de Tirzán, en las Tunas. Allí dijo: “Señores, la hora es solemne y grande…” Nadie apoyó a Céspedes en su llamado y tampoco logró respaldo en la siguiente reunión.

El 6 de octubre se acordaron en la finca El Rosario, todos los detalles para el alzamiento previsto el 14 de octubre, incluyendo la aprobación del himno de Figueredo para cantarlo en la Plaza de Manzanillo.

La conspiración fue descubierta y el 7 de octubre a las ocho de la noche llegó la nota a Manzanillo con la orden de Lersundi para reducir a Céspedes. Todo fue quizás una casualidad, las casualidades de las que está hecha la historia de Cuba.

Según Bartolomé Masó, el 9 de octubre en la tarde había cerca de 300 hombres listos para la lucha, si fuera preciso con las manos. Le pidió Céspedes a Canducha que formara una bandera porque detestaba la de Narciso que defendía intereses norteamericanos.

La bandera fue un tributo a la de Chile, con los pabellones intercambiados, presuntamente por haber brindado su bandera para ser usada en el mar por los barcos contra España. Tiene 125 cm por 136cm. Canducha completó la tela de azul con uno de sus vestidos.

La bandera emocionó tanto a Céspedes que llamó con la campana a sus esclavos y dijo: “En la mañana que sigue a la noche de hoy todos seréis tan libres como yo…” Mientras, llegaban nuevas partidas. Eran cerca de 500 hombres.

A las 6.00 am Céspedes da el de pie y hasta las 10.00 am la neblina insistente no dejó que comenzara la verdadera historia de Cuba. Parece que pasan entonces los esclavos al llamado, parece que suena la campana, ¡silencio!, ahora habla Céspedes.

“Ciudadanos, hasta hoy habéis sido esclavos míos…” fue la frase que garantizó el primer acto de libertad y de dignificación plena del hombre, del negro, del naciente cubano.

La cañonera “Neptuno”, se instaló en el Golfo y solo logró destruir la infraestructura porque todo lo demás permanece en pie: el corazón de este lugar memorablemente histórico. El tiempo le pasó por encima, porque aquella República de Generales y Doctores no se preocupó nunca por la verdadera historia.

El 21 de junio de 1968 llegó a Demajagua Celia Sánchez con el arquitecto Fernando López para construir el actual Monumento Nacional. Un muro con piedras duras como dura es la vergüenza de los cubanos, con 6 patas por 6 provincias que iniciaron la lucha: pero al fin un solo muro, una sola Cuba.

La palma: sembrada por Arnaldo Tamayo Méndez sobre la tierra de Demajagua que llevó al cosmos. Ahí está, como fiel guardiana de este lugar. Fue el 8 de enero de 1981.

César Martín es la historia viva y es un cubano como yo, como tú, como buen aparte de los once millones que vivimos en esta isla.

El agradecimiento a César en nombre del destacamento
En homenaje a este lugar las lágrimas del Secretario General de la UJC de la Universidad de La Habana y con ellas el sentimiento de estos 70 que hoy pisamos la tierra de donde salió Céspedes con decenas de buenos cubanos a construir la nación cubana. Y otros lloran. Lloran porque sienten lo que acá se ha vivido. Es entonces cuando pienso en los miles de jóvenes que deberían tener una oportunidad como esta, la de tocar la historia más allá de los libros y del marco estrecho de las aulas.
Tarja puesta al pie de la palma sembrada por Tamayo

César pidió a Randy, presidente de la FEU en la Universidad, la foto entre las ruedas del antiguo Central Demajagua, en la misma posición en que Fidel se la tomara aquel 10 de octubre de 1968, como justo regalo al heredero de Céspedes.

Pero el más emotivo de todos los momentos, como el buen vino, fue reservado para el final: cuando 70 jóvenes cargados con todas las responsabilidades que el tiempo nos impone, de frente a la bandera enarbolada por Céspedes junto a la cubana adoptada en Guáimaro, cantamos el Himno, el mismo que aquel 20 de octubre hiciera llorar, como hoy, a no pocos de nosotros.

Son más de las doce del mediodía de la segunda jornada de este viaje y las expectativas iniciales, vale decirlo, se han sobre cumplido.

El lugar:
Desde la casa museo de Céspedes, llama la atención la vista del Golfo de Guacanayabo. Monumento sencillo que consta en lo esencial de dos partes: la campana y las ruedas situadas en el lugar original donde estuvo el Ingenio y donde Céspedes leyera el Manifiesto de aquel 10 de octubre; la otra parte  la casa-museo donde se atesoran objetos históricos de importante valor patrimonial.


El complejo se encuentra protegido en sus exteriores por una sencilla cerca de pequeños muros individuales de piedra y entre uno y otro, ocho varillas de hierra completan el borde periférico.

Demajagua es sencilla, como sencillos fueron los inicios de este lugar en el lejano año de 1843. Solo 25 años bastaron para cultivar en este terreno toda la hombradía necesaria para poner a funcionar el motor de la historia patria, libre de los lazos con España.

Frente a la palma sembrada por Arnaldo Tamayo Méndez
Resto del Central la Demajagua

Restos del Central la Demajagua

Calderas del antiguo central Demajagua

Vista de parte de la Casa Museo

Junto a César el presidente de la FEU y el Secretario de la UJC de la UH y otro integrantes del destacamento

Foto oficial del destacamento frente a la emblemática campana

Restos del Central. Al fondo, la campana de la Demajagua

Integrantes del destacamento mientras escuchan a César

César nos cuenta la historia de la Demajgua

La histórica campana, símbolo de rebeldía

Una de las banderas empleadas durante los combates

Vista exterior de la Casa-Museo

4 comentarios:

  1. Destacamento acá les dejo la segunda parte. Disculpen que me haya demorado un poco, pero me comprometo a subir las siguientes partes todos los días. Espero me dejen saber alguna imprecisión que encuentren y también sus comentarios. Un abrazote a t@s, E.P.O

    Nota: Algun@s de ustedes me han dicho que han intentado pero no han podido comentar. A la derecha les dejo los pasos a seguir, muy sencillos, para poder hacerlo.

    ResponderEliminar
  2. Leandro Fontanills14 de mayo de 2015, 18:46

    Fue muy emocinante todo,no hubo nadie que llorara en la Demajagua,Cesar nos ofrecio no solo la historia nos ofrecio tambien su corazón.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Leandro Fontanills14 de mayo de 2015, 18:54

      Fue muy emocinante todo,no hubo nadie que no llorara en la Demajagua,Cesar nos ofrecio no solo la historia nos ofrecio tambien su corazón.

      Eliminar
    2. Leandro, yo lo vi, ja ja, la emoción hizo llorar a unos cuántos y eso siempre es bueno. El momento quedó guardado en algún rinconcito, esa es la mejor forma de aprender historia.

      Eliminar

Comente acá... porque somos de letra corta: