Continuación
de las intervenciones durante el debate convocado por el Foro de Estudios
Críticos (FEC) y La
letra corta, desarrollado en la
Universidad de La Habana, el 14 de marzo de 2017.
Eduardo
Pérez Otaño (Moderador): Antes de
la próxima intervención quisiera citar algo que menciona Rosa Miriam Elizalde haciendo referencia a un texto de Ignacio
Ramonet, si mal no recuerdo, relativo a ver los medios de comunicación como un
cuarto poder.
Eso lleva un poco al engaño en el
sentido que plantea Ramonet: vivimos en dos tiempos, en dos épocas. Tenemos un
modelo estructural que fue diseñado para el siglo XIX de repartición de los
poderes y eso convive con esta sociedad que tenemos en el siglo XXI; y lo mismo
sucede cuando hablas de los medios de comunicación.
Quizás se cree que no hace falta una ley
de este tipo porque ya contamos con determinados lineamientos, con el diseño de
una política de comunicación emitida por el Partido; pero a veces esa es una
política que está estancada o que diez años después sigue aplicándose aunque se
pierda actualidad, como es el caso de la política que tiene el ICRT (Instituto
Cubano de Radio y Televisión) que es de la década del ochenta y sigue siendo la
que regula las cuestiones de comunicación.
Amanda
González Hernández (Estudiante de derecho, FEC): Sí hay poder que no ejerza violencia
política. Pueden existir formas de poder que no implique presión o violencia
política, porque el poder no tiene que ser eminentemente político. El poder
posibilita, da la oportunidad… Mientras haya civilización va a haber ejercicio
del poder. Entonces, ¿qué podemos hacer con ese poder que tiene el pueblo en
Cuba y cómo vamos a ejercitar esa libertad de expresión? ¿Cómo vamos a poner en
marcha eso?
La libertad de expresión no es un
ejercicio sin límites, no es que yo diga lo que quiera decir. Necesitamos que
haya límites bien establecidos, que yo
tenga un marco específico que me diga esos límites. Hay que tener en cuenta
que, por ejemplo, lo que dice el Granma
responde a su línea editorial. Lo que sucede es que muchas veces los
periodistas no dicen lo que quieren decir. La opinión de los periodistas está
restringida en ese medio, y lo que dice entonces en Facebook tiene más
veracidad a la vista del público.
Otra cuestión es la autocensura, y
hablaba sobre eso Raúl (Castro). La gente muchas veces no puede decir lo que
realmente piensa. Ese es un problema bastante importante.
Laura
Barrera Jerez (Periodista):
Algo que debemos tener bien claro en este debate es qué es aquello que estamos
discutiendo. Es importante tener una Ley de Comunicación en Cuba que ayude a
resolver los problemas que tiene la prensa. Eso está en discusión. Lo que no
está en discusión es el socialismo como modelo. No está en discusión el sistema
político. No estamos abogando por un cambio de sistema político, sino por un
perfeccionamiento de la prensa en Cuba.
A veces vemos, por ejemplo, que algo
que ocurrió hace días y que mucha gente lo conoció por redes sociales, por
medios alternativos, Granma lo
publica. Eso ya no es noticia, es apenas una información que no genera interés.
Ahí hay uno de los tantos problemas por resolver.
Yassel
Padrón Kunakbaeva (Licenciado en Radioquímica, FEC):
Yo quería agregar algo, y es que la hegemonía del Partido sí está en discusión.
En Cuba actualmente está el Internet que se ha expandido cada vez más, y ese es
uno de los espacios en los cuales se lucha el poder, ese es un intento por
disputar el poder. Lo que se dice, lo que se difunde por ahí, es fuente de
poder.
En Cuba siempre han existido
diferentes posiciones que vienen desde la década del setenta: han convivido las
posiciones de izquierda, de extrema izquierda, de centro, de derecha, existe
liberalismo, existen personas con todas las formas de pensar, hasta
simpatizantes del Estado Islámico.
Mientras el socialismo sea una
política más, mientras se presente como
la victoria eterna de una posición política, estamos condenados al
fracaso. Usted existe hoy y su reinado dura treinta años, y luego vendrá alguien
más, que dice algo diferente. Mientras el socialismo no se convierta en una
plataforma de distribución de poder, y se presente como la posición de un grupo
sobre otros, está condenado al fracaso.
Hay una parte de los intelectuales que
aspira a dejar el socialismo atrás, a que se evite hablar de eso. Hay una frase
que está de moda: “vamos a convertir a Cuba en un país normal”. Por ejemplo, en
la Facultad de Derecho no se estudia derecho soviético, no se analiza ese
modelo, se estudia derecho español. Realmente sienten que el derecho cubano es
derecho español.
Otro asunto es el embrutecimiento de
los cuadros ideológicos del Partido. Hubo un momento en que el conocimiento
estuvo del lado de la Revolución. Sin embargo, con el paso del tiempo, nos han
dado el espectáculo de su embrutecimiento.
Los que quieren dejar atrás el
socialismo están cometiendo un error histórico, porque el socialismo tiene
raíces profundas en la historia de Cuba. Creo que el país tiene que tener
perspectiva, si no sucede eso, cada quien va a hacer lo que quiere y no se va a
llegar a ningún lado.
Mario
(Licenciado en estudios socioculturales): A mi entender la cuestión de la socialización en los
medios de comunicación es una cuestión técnica. Si pensamos en el socialismo
solamente como un modo de producción material y no como un modo de producción
de sentidos, se entiende entonces que no exista esa socialización.
Hay que rescatar poco a poco esos
pequeños espacios que siempre existieron, incluso durante la república, donde a
pesar de todo se escuchaban las voces de la gente. (Continúa…)
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