Foto: Alejandro A. Madorrán Durán |
De
buenos y malos está llena la historia de la humanidad. Según dicen, bueno era
Jesús y malos los fariseos que terminaron consiguiendo la condena de Poncio
Pilatos; bueno era el pueblo francés y malo el rey con su monarquÃa; buenos eran
los judÃos y malo Hitler con el fascismo.
De
uno a otro extremo, pueden aparecer infinitud de puntos medios, pero aun asà la
tendencia natural es a la izquierda (entiéndase los buenos) o a la derecha
(ahora sÃ, los malos).
Tampoco
podemos negar que quienes un dÃa fueron totalmente buenos mañana puedan pasar a
ser totalmente malos y viceversa. Al final es lo mismo.
Inspirados
por la dialéctica marxista dirÃamos entonces que todo es transformable, incluso
las percepciones sobre lo positivo y lo negativo. El contexto y sus realidades,
dirÃa el bueno de Marx, pueden más que viejas ideas no ajustadas al minuto
cotidiano.
Barack
Obama ya estuvo en Cuba y se reunió con Raúl Castro, algo que parecÃa
impensable. La mesa de diálogos que se sostiene desde diciembre de 2014
continúa sus trabajos y se discuten viejos asuntos como el de las
compensaciones por la polÃtica de nacionalización aplicada a inicios de los
sesenta.
Mucho
antes, Francisco habÃa llegado hasta el corazón de la tierra de Lincoln y en
pleno Congreso estadounidense se refirió, aunque casi metafóricamente, al
acuerdo entre ambos estados e invitó a apoyar el gran reclamo de Cuba: la
eliminación definitiva del bloqueo.
Vuelvo
a pensar de forma inevitable en Isaac Newton y en aquella manzana que tanto
bien harÃa a la fÃsica. De ahà John Quincy Adams –fruta de por medio- formuló
su teorÃa sobre la caÃda de Cuba en manos del Norte.
Los
tiempos cambian. Con ellos los modos de entender la realidad. Y Marx de nuevo
tiene sus fórmulas en más de un texto. Cincuenta años, que para Carlos Gardel
quizás serÃan nada, son mucho, son una vida.
Los
cubanos, adaptados a adaptarnos, listos siempre a lo sorprendente, nos
enfrentamos a una realidad inesperada. En posición expectante –la más peligrosa,
dirÃa yo- vemos cada dÃa cómo se suceden visitas, encuentros, noticias,
declaraciones…
Para
unos los buenos siguen siendo buenos, para otros los malos se han vuelto
buenos, y están quienes siguen viendo a los malos muy malos.
Tan
relativo como la belleza y la fealdad, la toma de partido de uno u otro lado
definirá los resultados de un acercamiento imposible hace apenas cinco años y
que hoy se ha vuelto realidad tangible.
Más
allá de toda especulación polÃtica, lejos de las trincheras ideológicas tradicionales,
la búsqueda de consenso interno será del todo improbable sin un debate público
verdadero, abierto, promovido en todos los medios y en todas las esquinas,
donde puedan escucharse las múltiples voces de una sociedad que, pese a lo que
muchos pudieran suponer, no piensa de un único modo.
Por
estos dÃas releo también La IlÃada, y
me pregunto cómo verÃan los troyanos a los aqueos, cuando estos decidieron
regalarles un majestuoso caballo de madera. PrÃamo, orgulloso de la victoria,
aceptarÃa gustoso el presente de los vencidos “a fuerza de coraje y resistencia
histórica”. Como buenos amigos se habrÃa tomado algunas fotos con Odiseo. Fue
imposible cuando lo pidió. Nadie encontró al jefe aqueo. VenÃa bien escondidito
dentro del regalo. (Por Eduardo Pérez Otaño) (Publicado en www.eltoque.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente acá... porque somos de letra corta: