Por Darianna Reinoso RodrÃguez
Tomado del blog Gotas de romerillo
Un
ambiente peculiar se vive este 4 de abril en el primer piso. Toda la mañana ha
estado intransitable. Hoy constituye escenario y auditorio a la vez. Aunque se
distingue de manera natural dónde estarÃa el tablado, el protagonismo mayor no
lo adquiere la escena sino el público: las niñas y los niños de la escuela
primaria Ejército Rebelde, del capitalino municipio Plaza de la Revolución.
Ahora
es el momento para interrumpirles las clases a los de preescolar hasta tercero.
Es una jornada de júbilo. Incluso una maestra también trae el uniforme con la
pañoleta debidamente anudada y las motonetas peinadas. Es el dÃa de los
pioneros. Y por eso, una breve representación del Movimiento de Artistas
Aficionados de la Facultad llega para regalarles alegrÃas.
Van
acomodándose primero los que ya saben leer y escribir. De la mano, en pareja,
vienen caminando desde el aula los más pequeños. El bullicio crece. Pronto
quedan en total atención porque los artistas están listos.
Susana,
les declamará, pero enseguida los provoca. Y ellos muy dispuestos. Le sigue Laura para cantarles y la acompañan
con las palmadas. Los invita para un dueto y al instante está a su lado RocÃo,
quien además de saber multiplicar, conoce sobre música. Todos la aplaudimos.
Pero embelesados están cuando Leslie comienza a moverse. Tener una bailarina
tan cerca los cautiva. Escudriñan cada silueta con la mirada. La ovación al
final y la foto como recuerdo. Antes de irnos, Carlitos se acerca para
agradecernos con un beso.
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