Tomado del blog La letra de Siberia
Me he
escandalizado con que Gaviota le pagara a Jacob Forever 5 000 dólares por un
concierto en un hotel; en el mismo hotel donde una maquillista ha podido ganar
hasta 700 CUC en un mes. He intentado entender cómo el Turismo saca sus
cuentas, si entre importar la zanahoria y garantizar la servilleta del cliente
(y de todo el que se la lleva) el sustento da para tanto. Si es la magia de la
dualidad quien los hace devaluar al extremo los CUC que despilfarran al norte
de nuestras narices, si es la flaqueza de mis bolsillos la culpable de que sus
pagos me escandalicen o si es todo eso junto. TodavÃa no sé.
Una
mujer me ha regalado un pomo de Imefasma, un jarabe que ni en los “centros
espirituales” porque Labiofam, la materia prima, el catarro…y mi hija no tenÃa.
Iba por la acera, quejándome en alta voz de Labiofam, la materia prima, el catarro…cuando
una mujer sacó un pomo y me lo dio. Al parecer tenÃa dos o me dio el único que
tenÃa. Revendedora no era porque casi ni espera las Muchas Gracias. Si vuelvo a
verla serÃa incapaz de reconocerla. Creo que a ella le pasarÃa lo mismo.
He
descubierto a un “nuevo” periodista, Roberto Valencia, y ahora no quiero
dejarlo. Los periodistas suelen tener
etapas en mi vida, llegan a ser como los hechos que cuentan, que un dÃa dejan
de importarme porque otros importan más… y no caben tantas lecturas en un dÃa.
Porque hablo de lecturas, claro.
Fui al
Hospital, solo por mi madre. DebÃa concentrarme en ella, ocuparme solo de ella
y he terminado yendo hasta la guardia administrativa porque la enfermera, dijo,
cubrÃa dos servicios. Y eso lo dijo casi una hora después de que la esperaran
pacientes, impacientes por la falta de aire, la hipertensión… “Si las cosas
fueran graves se hubieran ido pa emergencia, que está cerquita. ¿No crees?” Y
yo le iba a contestar con otra pregunta, que en qué punto exacto de la asfixia
ella definirÃa la gravedad o hasta dónde debÃa llegar la presión para que la
gente confiara en que el corazón no se les pararÃa por muy cansado que
estuviera de bombear la sangre. Yo iba a decirle tantas cosas…pero tampoco
hubiese entendido la gravedad de mis palabras. Eso, y que después serÃa ella
quien le pincharÃa la nalga a mi madre.
Infructuosamente
quise aplaudir la subasta de Habanos conque inició marzo: más de un millón de
euros, casi medio millón más (y hubo alguien que ofreció, y pagó, 340 mil por
500 CohÃbas guardados en obra de arte). Quise, en serio, pensar en el destino
final de la recaudación, imaginarme que ese dinero nos aliviarÃa el dolor con
el Paracetamol que viene de China, pero la imagen de un hombre soltando tal
salvajada en tabacos y fama contrastó con la de cualquier padre cubano que, muy
cerca de allÃ, repasa los centavos hasta
que puede, al fin, comprar zapatos a su hijo porque el pie crece,
irremediablemente. Nunca por otra razón.
Alguien
me hizo un chiste que, a su vez, otro alguien le hizo. “Antes de los 20 años el
que no sea comunista es un mal agradecido. Y después de los 20, el que siga
siendo comunista es un comemierda”. − ¿Y
tú me estás diciendo comemierda, por casualidad? le pregunté con la ironÃa de
quien entiende que los tipos que hacen ese tipo de chistes saben perfectamente
dónde radica la ofensa mayor y justo por eso vienen y te hacen el chiste a ti,
periodista, militante, incómoda… para que le discutas y lo entretengas en
disquisiciones, para sacarte de tus casillas de un modo que disfrutarÃa… Pero
hay cada comemierdas por ahÃ, que no vale la pena una respuesta seria.
No sé
ni por dónde leà que Selena Gómez tiene el mayor número de seguidores en
Instagram y que una foto suya en un hospital llegó a tener 10 millones de like
y que, sin embargo, no llegó a tener más like que el nacimiento de la hija de
Cristiano, de Cristiano Ronaldo. Leyendo esas bazofias andaba cuando, de
pronto, casi doy “me enfado” o “me asombra” y termino de eslabón en la cadena
de sub-boberÃas.
LeÃ
una joya en Rebelión, de MartÃnez Heredia, donde abordaba lo complicadÃsimo que
serÃa investigar la Revolución Cubana y planteaba como primer problema para ese
estudio, el confundir apoyo con defensismo “(…) toda gente que vive en un lugar
tiene sus opiniones polÃticas y tiene incluso su militancia si la tiene, y por
ahà por ejemplo puede apoyar algo. En este caso, se tratarÃa de apoyar lo que
uno estudia. Si lo confundimos con el defensismo entonces no aceptamos ningún
conflicto, no aceptamos hechos que sean discordantes, ni siquiera hechos que
sean molestos, no aceptamos errores, no aceptamos derrotas. Es decir, son
muchas cosas que no aceptamos por defensismo. Pero puede creerse que no
aceptamos porque apoyamos.” Yo hubiese
querido leer esto antes de haberlo tenido delante la única vez que lo tuve.
Antes de que se nos muriera.
Se me
ha ocurrido pensar que si el corazón de las mujeres (o el de los hombres)
latiera a su derecha, los amantes podrÃan abrazarse sin que, fÃsicamente, fuera
posible estar más cerca de un corazón, aunque semejante (mal) formación congénita
dejarÃa en desventaja a todos los homosexuales.
Pero cuando regreso a la normalidad de los corazones bien ubicados me
percato de que hay abrazos tan intensos que se “trasplantarÃan” de cualquier
modo y que abrazarse de medio cuerpo para hacer coincidir los corazones serÃa
una injusticia de pies a cabeza. Por eso
creo que mejor lo dejo donde está.
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