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Imagen tomada de www.abc.es |
Por Carlos M. GarcÃa Valdés
Tomado del blog CubaEconomÃa
La
oficina Nacional de EstadÃstica e Información y el salario en 2016
Quizás sea
el salario la categorÃa económica más mencionada y objeto de elucubraciones
académicas, periodÃsticas y, en particular, populares. No es porque se trate de
una categorÃa que expresa relaciones entre trabajadores y empleadores, (no
importa el sector de propiedad), en cuanto a la remuneración monetaria por el
trabajo aportado que reciben los primeros de los segundos, sino simplemente
porque no alcanza, en particular en el sector estatal, para cubrir las
necesidades básicas de los trabajadores y sus familias. Tal hecho, más claro
que el agua, fue reconocido hace unos años por el Primer Secretario del PCC,
Raúl Castro.
Por eso
hay dos frases interconectadas que se escuchan a diario: el salario no alcanza
y es necesario elevarlo pero el paÃs no tiene posibilidades inmediatas de
hacerlo. La primera es exacta y no ha sufrido variación alguna, pero la segunda
ya no tiene el rigor y el efecto traumático de hace 2 o 3 años. La información
de la Onei de finales de junio arroja una nota de esperanza.
Como se
puede apreciar en el cuadro, el salario medio no solo ha venido aumentando
anualmente sino que lo ha hecho a un ritmo relativamente alto. En 10 años casi
se duplica, con un crecimiento en valores de 353 pesos, pero entre el VI y el
VII Congresos del Partido crece en 1,6 veces que significan 292 pesos más como
promedio por trabajador. Pero en los últimos 3 años el salto es significativo,
57,1 % entre 2014 y 2016, un crecimiento absoluto de 269 pesos.
Por
supuesto que la gran “cuenta” sigue sin dar, pero estas cuentas que
se ofrecen evidencian que aun sin aumentar el PIB ni la productividad del
trabajo a los ritmos necesarios para sustentar el crecimiento, el
desarrollo y un nivel de vida superior, el salario va creciendo. Empieza
a ser lo que debe ser y que en buena medida dejó de serlo, la principal fuente
de motivación por el trabajo como primer creador de riquezas materiales y
espirituales. Se vislumbra la esperanza de realizar el Lineamiento 142 (139
antes del proceso de Consulta) que declara: «Rescatar el papel del trabajo y
los ingresos que por él se obtienen como vÃa principal para generar productos y
servicios de calidad e incremento de la producción y la productividad, y lograr
la satisfacción de las necesidades fundamental de los trabajadores y su
familia».
Para que
esta tendencia no solo se mantenga sino que se refuerce es imprescindible que
se incremente todo el producto o el nuevo valor creado porque el salario es
solo una magnitud del mismo y para nada independiente, todo lo contrario. Como
nuestro pueblo es muy instruido, en particular la juventud, los lectores van a
comprender sin dificultad la explicación de Marx sobre la relación entre los
diferentes factores que debe ocuparse la sociedad al distribuir el resultado
global de la producción.
Marx fundamenta la
esencia de la distribución de todo el producto en el socialismo
En CrÃtica del Programa de Gotha, una obra
de Marx de 1875, este criticando a Lasalle que pretendÃa distribuir entre los
trabajadores el “fruto Ãntegro del trabajo” demuestra que la idea era una
tamaña barbaridad. Le llama producto social global al concepto lasalliano (lo
que ahora le llamamos producción de bienes y servicios) e identifica los
diferentes destinos en que se va realizando.
El primero
de esos usos es la reposición de los medios de producción consumidos, lo que
resulta muy costoso en Cuba por la deficiente producción de estos y la
necesidad de importar la mayorÃa a elevados precios en particular los
combustibles, las maquinarias y equipos, etc.
La segunda
necesidad es la de ampliar la producción, que vendrÃa a ser algo asà como el
proceso inversionista, verdadero talón de Aquiles para nuestra economÃa.
El tercer
uso es para la creación de reservas para contingencias. Huelga argumentar la
importancia de ese fondo para Cuba.
Hasta aquÃ
el producto social se ha estado invirtiendo en la esfera de la producción. Ya
el cuarto fondo afecta el consumo pero a nivel de gobierno, es decir para
sufragar los gastos administrativos. Marx observa que estos deben disminuir en
el camino al comunismo. En Cuba tales gastos engordaron sobremanera y recién
los Lineamientos se plantean seriamente su adelgazamiento.
El quinto
y el sexto destinos afectan el consumo social porque se dedican a cubrir las
grandes necesidades colectivas como educación y salud, asà como para
atender a las personas discapacitadas. Siguiendo a Marx que le atribuÃa un papel
creciente en el socialismo, la revolución cubana ha honrado con creces esta
concepción.
Queda por
último y para nada de poca importancia, la parte del producto que se destina a
la distribución del fondo personal de consumo. Marx concebÃa que esta
distribución debiera hacer corresponder la cuota de trabajo con la cuota
de consumo, solo que los bonos otorgados por lo primero y los almacenes
centrales para adquirir los bienes de uso y consumo, se expresan ahora en el
salario y en el sistema de comercio minorista. Los fundadores del marxismo no
consideraban la existencia de las relaciones mercantiles en el
socialismo.
De
la predicción marxista a la compleja realidad de Cuba en tránsito al socialismo
Como es
conocido para Marx y Engels el tránsito al socialismo se realizarÃa casi
simultáneamente en los paÃses capitalistas, industrializados en aquellos
tiempos. No concibieron la transición extraordinaria en uno o en pocos paÃses
subdesarrollados. La revolución socialista en Rusia la hubieran concebido como
excepción y la cubana como un milagro. MÃstica aparte, el caso cubano se
parece bastante a esto último. En un paÃs de escasos recursos, hostigado y
bloqueado por la principal superpotencia del mundo las predicciones de
Marx en CrÃtica del Programa de Gotha
adquieren un dramatismo de leyenda pero ello no demerita el hallazgo teórico y
la lección de economÃa polÃtica que para los cubanos entraña.
Los
razonamientos de Marx podemos resumirlo en las 3 categorÃas del valor por él
apuntadas: C+V+P. Fiel
a esta fórmula el salario (V) en Cuba aparece comprimido entre el
valor de los medios de producción que deben reponerse anualmente(C) y el
plus valor o excedente monetario.
Más
gráficamente: C /V/ P.
Esto
significa que el fondo total de salario puede crecer en la medida en que no
crezca excesivamente el gasto material es decir todo el valor a la reposición
de medios de producción, o que su crecimiento sea menor que el crecimiento del
plusvalor o excedente monetario(P). En el caso de Cuba esta variable
depende en gran medida de las importaciones, una parte de las cuales se
puede sustituir con producciones nacionales, pero se calcula que las
importaciones deben crecer como media entre el 2-3 % por cada 1 % de
crecimiento del PIB. Por lo tanta estamos hablando de evitar un
crecimiento desmedido, pero si no aumenta el gasto material no crece el valor
agregado bruto (V+P). Este gasto, de varios miles de millones de dólares
corre casi totalmente a cuenta del Estado (descontando el gasto privado
para estos fines) que dispone para ello de al menos de tres fuentes: los
bienes, servicios e ingresos de las entidades estatales, los tributos
recaudados de este sector y del privado en menor cuantÃa y de las inversiones y
créditos internacionales. Por supuesto el ahorro, el incremento de la
productividad del trabajo, se convierten en la cuarta fuente, por cierto, la
más barata.
En
consecuencia todo lo que contribuya a incrementar la eficiencia del gasto para
reponer los medios de producción consumidos se convierte en factor directo del
aumento salarial, y le corresponde a la propiedad estatal socialista en sus dos
formas (empresarial y presupuestada) el rol protagónico. La propiedad
cooperativa, concebida también como socialista, ahora extendida a sectores
urbanos, puede hacer un significativo aporte a este empeño. El sector privado,
aunque en menor cuantÃa también participa en la reposición de los medios de
producción, en particular el sector campesino.
La segunda
variable, el plusvalor, es la principal responsable del aumento sostenido y
suficiente del salario de los trabajadores ocupados en entidades estatales. De
ella depende el incremento de la producción (inversiones para diferentes
destinos) generadora de nuevos empleos y de más recursos financieros para
todas las necesidades de la economÃa (incluyendo pago de deudas, donaciones,
reservas, defensa y orden interno, etc) y del pueblo por la vÃa de los fondos
sociales de consumo (educación, salud, seguridad y asistencia sociales,
deporte, cultura, gastos administrativos, etc). Se trata de considerables
magnitudes de valor y todo sale del mismo “saco” del Estado y una mÃnima
parte de la población incluyendo los contribuyentes privados. Solo aumentado el
plus producto y plusvalor se pueden honrar todos los destinos del producto
social socialista y disponer de los recursos financieros necesarios no solo
para aumentar el salario nominal sino también el real que es más importante que
el primero.
No
sabemos, porque no se informa, la magnitud ni la relación de incremento
del excedente o como antes se le llamaba “ingreso neto”; pero conocemos el
volumen y la tasa de crecimiento del producto interno bruto que es un agregado
macroeconómico de mayor magnitud. No es necesario subrayar el insuficiente
comportamiento de este indicador, incluso de signo negativo el año pasado y de
dudoso pronóstico para 2017.
Con todo,
el incremento salarial en el sector estatal no es solo un deber social, es una
necesidad económica de la reproducción ampliada socialista o en transición al
socialismo, imprescindible para sostener las otras dimensiones: reproducción
ampliada de los bienes materiales y de las relaciones de producción.
Como puede
apreciarse, el aumento de los salarios en el sector estatal dependen de
múltiples factores, la mayorÃa de ellos no pesan sobre el sector privado
incluyendo las micro, pequeñas y medianas empresas, que pueden pagar salarios
superiores en tanto gocen de ventajas no solo absolutas sino ante todo
relativas y pienso que coyunturales. Por otra parte, todavÃa no sabemos cuántas
son, el capital material y financiero que mueven, el impacto económico y
social, etc.
Con todas
estas incertidumbres y las reflexiones anteriores pensamos que es precipitado y
quizás irresponsable estar sacando conclusiones sobre este emergente sector
privado, enmarcado en buena medida por las leyes económicas del sector
socializado de la economÃa, que no son solo actos que se repiten, sino
tendencias que se imponen con férrea necesidad, según Marx.
Hasta
aquÃ, porque el espacio ha encendido el foquito rojo, hemos considerado una
parte mÃnima del tema salarial, otras cuestiones esperan por el análisis de
economistas y otros especialistas. Provocándolo me siento satisfecho. De
todas formas pienso que cualquier análisis del salario en el sector estatal que
no tome en cuenta la estructura ocupacional y en consecuencia salarial, es
incompleto y débil. Nos abstrajimos a propósito de este tema, pero queda
pendiente.
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