De norte a sur
y de este a oeste la mosca azul hace continuamente de las suyas. Los pocos
ricos que un dÃa fueron pobres se olvidan de sus orÃgenes, los polÃticos se
erigen como reyes a la vieja usanza, el poder en cualquiera de sus variantes
termina corrompiendo hasta los más piadosos
humildes.
La mosca
revolotea, busca al candidato preciso, se posa y lo pica: luego todo es
conocido. Se pierden los rumbos y los objetivos iniciales. Se muestra entonces
la peor de las facetas, la verdad oculta tras los mil velos de las buenas
intenciones.
Porque el
poder de la mosca azul radica en revelarnos la realidad tal y como ella es, sin
más adjetivos, sin máscaras, sin palabras bonitas. Aquà un gobernante corrupto,
allá el abuso de funciones públicas, de esta parte la omnipotencia de un
directivo y por aquella...
la lucha incansable por un puesto cualquiera.
Conocido por
decenas de obras de una importancia colosal, entre ellas Fidel y la religión y las relacionadas con la TeologÃa de la
Liberación, Frei Betto nos cuenta sobre los efectos de la mosca reveladora de
verdades. Treinta y un ensayos se constituyen en reflexión sobre el poder en
Brasil, pero a ciencia cierta cada uno de ellos trasciende las fronteras del
paÃs sudamericano.
La Editorial
de Ciencias Sociales publicó este texto, para beneplácito de no pocos, y con esto
nos asegura un testimonio en primera persona sobre las realidades más allá de
las noticias que nos llegan sobre los procesos de cambio en Brasil y cuánto de
luces y sombras coexisten en ellos.
Conocedor de
las principales figuras polÃticas de su paÃs, Betto trabajó junto a Lula da
Silva en la construcción del Partido de los Trabajadores, aun sin pertenecer a
este, e incluso integró el gobierno entre 2003 y 2004 como parte de la
Coordinación del Programa Hambre Cero. Son estos elementos suficientes para
entender la profundidad y seriedad en los análisis y las crÃticas a cada uno de
los aciertos y desaciertos –no pocos- del PT en el poder.
Y sus
reflexiones trascienden para convertirse en miradas universales. Recorre el
autor textos clásicos de economÃa, filosofÃa, historia, polÃtica… De Maquiavelo
a Adam Smith, de Aristóteles a Kant, todos aportan a una obra colosal plagada
de verdades imposibles de pasar por alto.
Resulta
interesante la aproximación a temáticas como el ejercicio del liderazgo y su
importancia en la defensa de las más diversas causas sociales, y afirma:
«Las
masas confÃan más en personas que en ideas. Estas últimas son demasiado
abstractas y solo tienen valor cuando el verbo se hace carne. ¿HabrÃa
cristianismo sin Jesús, comunismo sin Lenin, pacifismo sin Gandhi?»
No abandona
tesis fundamentales a lo largo de toda la obra: la necesidad de actualizar los
modelos socialistas, de no perder la relación con las bases, de construir
propuestas y proyectos articulados a partir de las necesidades reales de los
más desposeÃdos y la importancia de cuidarse de hacerle el juego a los
enemigos. En tal sentido asegura:
«Y
que la lección nos sirva a todos: cuando no hay claridad sobre quiénes son
nuestros adversarios, corremos el riesgo de portarnos como ellos.»
Y como viejo
dilema filosófico replanteado una y mil veces, el problema de la democracia,
cómo construirla, cómo hacerla funcional a los intereses de los excluidos,
vuelve una y otra vez:
«Mientras
la democracia sea meramente representativa y no participativa, continuaremos
dándole nuestro voto a alguien que, una vez electo, puede perseguir sus propios
intereses, sin ninguna obligación de estar en sintonÃa con los de sus electores.
La anulación del voto no es la solución: favorece a los malos polÃticos. Mejor
serÃa vincular al candidato a las causas sociales, de modo que se convenciera
de que resultar electo no es llegar al poder, sino que es llegar al
servicio. Hacer de los movimientos un
factor de movilización social, en tanto fuerza de presión, reclamo y, sobre
todo, elaboración de polÃticas públicas.»
La mosca azul
constituye en sà misma una obra de denuncia a las exclusiones, a los olvidos,
al ejercicio deliberado del poder en función de las minorÃas y una defensa de
lo posible, de un mundo mejor, con equidad y justicia para todos. (Por: Eduardo
Pérez Otaño)
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